Un guerrero del pueblo oveja se acercó apresurado hacia Khal Kerse y le transmitió solemnemente el mensaje: "La sacerdotisa que sirve al Gran Pastor en el templo desea hablar con usted."
Cuando los guerreros dothraki oyeron esta noticia, mostraron disgusto en sus rostros.
"Sacerdotisa" murmuró Kerse en voz baja mientras jugaba con la pequeña daga en su mano y sus ojos revelaban una profunda desconfianza y curiosidad.
Daenerys mostró una mirada de miedo, mientras recordaba las historias de terror que Jhiqui había contado alrededor de la fogata, historias sobre brujas, seres malvados que invocaban y se asociaban con demonios.
"Mph... Es solo una bruja, déjame ir y la quemo... ¡Ay!" Antes de que Maegor pudiera terminar, recibió un golpe en la cabeza de parte de Rhaenys, que lo fulminaba con la mirada.
Khal Kerse se puso de pie, mientras decía con su voz era firme y poderosa: "Thor Cabeza de Caballo enfatiza que debemos respetar las creencias de otras personas como la de los del Pueblo Cordero. Cualquiera que falte el respeto a las creencias de otros debe disculparse." Pero en su mente pensaba: 'Pasé años estudiando y entendiendo al Dios de los dothraki, antes de decidir intervenir y modificar su religión. Antes de tomar una acción, tengo que confirmar si su Dios es real o si tiene algo de fuerza.'
Entonces Kerse se volvió hacia el Hombre Cordero y dijo: "Muéstrame el camino."
"¡Espera, señor! También iremos con usted." Molegro inmediatamente se opuso e insistió en ir con Kerse.
Kerse se dio la vuelta y dijo: "No tiene sentido que vengas conmigo. Quédate y protege a mis esposas e hijos."
Molegro no estaba contento con su decisión y estaba a punto de objetar, cuando Kerse se acercó de golpe y lo agarró con una sola mano y lo arrojó como si fuera un bebé.
Entonces Kerse se inclinó hasta igualar su altura y dijo: "Créeme cuando digo que puedo con cualquiera que se me oponga, por eso, por el bien de mis esposas y el de mi hijo, deberías quedarte aquí y protegerlos."
Ser Jorah, que estaba un poco más lejos, presenció esta escena y se asustó por la fuerza mostrada por parte de Kerse, que era capaz de cargar a un hombre adulto con una sola mano.
Kerse siguió al guerrero ovejero hasta la puerta de un templo.
El edificio frente a él parecía particularmente magnífico y exquisito en todo Lhazareen.
Sus muros exteriores están hechos de ladrillos de tierra, desgastados pero aún resistentes. Las paredes están decoradas con delicados relieves que cuentan los mitos y leyendas de las creencias del pueblo oveja. La parte superior del templo está cubierta de tejas, que brillan al sol, como la protección de los dioses.
En la puerta se encuentra una enorme estatua, mitad cabra, mitad humana, que parece real. Es el dios pastor supremo en la fe del pueblo ovejero.
Khal Kerse miró la estatua, preguntándose si este dios era real o falso. Decidió ser cauteloso en su siguiente movimiento, antes de confirmarlo.
Su parte superior del cuerpo es humana, con rostro de sabio, perilla y ojos bondadosos. La parte inferior del cuerpo es la de una oveja, con extremidades fuertes y lana suave.
"Las estatuas del Dios Thor Cabeza de Caballo son más geniales", pensó Kerse con arrogancia mientras ingresaba al templo.
El templo era espacioso, con un salón con una llama eterna encendida en el centro y coloridos murales pintados en las paredes circundantes.
En el salón había una mujer vieja y gorda. Llevaba una túnica de lana ligera y delicada con intrincados patrones tejidos, que le daban un aspecto solemne y misterioso.
"Mi nombre es Mirri Maz Duur y soy la sacerdotisa de este templo", se presentó en un fluido Dothraki y su voz reveló un tono etéreo.
Khal Kerse permaneció en silencio mientras estudiaba a esta sacerdotisa en su mente.
En el libro original, el pueblo cabra fue masacrado, el templo fue incendiado y ella misma fue montada por tres hombres por turno. Por eso Mirri Maz Duur guardaba rencor a los Dothraki.
Ella trató a Drogo y le aconsejo que no hiciera eso después de tratarlo. Pero Drogo no se tomó en serio sus palabras. Los años de experiencia le dijeron que la lesión no era grave.
Al final, Drogo murió a causa de una herida infectada, lo que sin duda fue el resultado del cuidadoso cálculo de Mirri.
Pero ahora, los Dothraki no habían cometido tales atrocidades contra Lhazareen, ni la habían violado.
Por eso Kerse creía que ella no tendría motivos maliciosos hacia el y tenia la curiosidad de saber por qué ella quería encontrarlo.
Khal Kerse pregunto: "¿Por qué has pedido mi presencia?"
"No tengo motivos maliciosos hacia usted." Respondió Mirri Maz Duur con una mirada profunda en sus ojos. "Estoy dispuesto a liderar algunas sacerdotes para ayudar a tus guerreros a curar sus heridas y aliviar su dolor."
Kerse se interesó, incluso quería aceptar de inmediato, pero se contuvo y pregunto con una voz profunda: "¿Por qué quieres ayudarme?"
Mirri Maz Duur respondió con una voz tranquila. "Todos los seres vivos son corderos del Gran Pastor. Mi educación así me lo enseñó. Dios me envió al mundo para sanar a sus corderos, donde quiera que estén y en cualquier momento."
Kerse entrecerró los ojos y dijo: "No has respondido a mi pregunta."
Mirri Maz Duur respondió intentando sonar tranquila, pero le temblaba un poco su voz: "Esperamos seguir tus pasos y difundir el evangelio del Pastor Supremo hasta el fin del mundo".
Kerse asintió con la cabeza, accediendo a su petición: "No interferiré demasiado en sus asuntos y por favor, trátenos con el mismo respeto. Tengo el mismo respeto por todos los dioses y religiones, incluso por el Dios Cordero."