Cherreads

Chapter 6 - Nuevo producto, ¡Tiras picantes!

—La fuerza del anfitrión está relacionada con la cantidad de cristales espirituales obtenidos —informa el sistema—. Los cristales ganados al concretar una venta se convertirán automáticamente en poder espiritual, de acuerdo al porcentaje correspondiente.

—Actualmente, el anfitrión tiene el rango de comerciante de una estrella, con un porcentaje de ganancia del 10%. A medida que ese rango aumente, se desbloquearán más permisos y el porcentaje crecerá.

Luo Chuan parpadea. No imaginaba que los cristales espirituales también sirvieran para eso.

Aunque, pensándolo bien, no es tan extraño. Además de ser moneda de cambio, los cultivadores los usan habitualmente para entrenar.

Lo que hace el sistema, básicamente, es saltarse ese proceso.

—Nada mal… Eso quiere decir que mientras más venda, ¡más fuerte seré! —esboza una sonrisa, satisfecho.

—Para subir al segundo nivel necesitas cien cristales espirituales. Para el tercero, diez mil. Y para alcanzar el cuarto, cien mil —responde el sistema con su tono habitual.

Luo Chuan: …

Parece que el camino hacia el poder será largo. Y caro...

A partir de ahí, el sistema le explica que su nivel actual equivale, más o menos, a un gran nivel dentro de la jerarquía de cultivación del continente.

—¿Y cómo funciona lo de las estrellas?

—El anfitrión podrá aumentar su clasificación estelar completando misiones especiales asignadas por este sistema. Estas misiones se emitirán cuando su facturación cumpla con ciertos criterios.

Luo Chuan deja escapar un leve suspiro, aunque no puede evitar sentirse un poco emocionado con lo que viene.

Sin pensarlo demasiado, toma un paquete de tiras picantes de una de las estanterías y lee la descripción de la etiqueta:

Tiras picantes. Efecto: Aumentan temporalmente la energía en un nivel menor. Efecto acumulable hasta cinco veces, si no supera un gran nivel. Duración: 1 minuto. Precio: 100 cristales espirituales.

Su rostro permanece inmutable. Se está acostumbrando a las rarezas del sistema.

Decide probar su eficacia.

Abre el paquete, y una fragancia picante y familiar lo envuelve al instante.

Apenas la tira toca su boca, siente como si una pequeña llama se encendiera en su interior.

—¡Uf! —exhala, con una mirada de genuina sorpresa.

Según su percepción, su energía interna realmente se intensificó.

—¡Esto está delicioso! —asiente, complacido, y se mete el resto del paquete de una sola vez.

Después de unos instantes de concentración, nota cómo su energía vuelve a la normalidad.

Y luego… nada más.

—¿Tiene efectos secundarios? —pregunta con curiosidad.

Después de todo, según las novelas que ha leído, casi todos los métodos que aumentan el poder momentáneamente tienen algún precio.

—Los productos de este sistema no presentan efectos secundarios. Además, se le ruega al anfitrión no comparar nuestra mercancía con basura inferior —responde la voz con frialdad.

Luo Chuan asiente, satisfecho.

Sin efectos adversos. Eso, en cierto modo, lo hace más aterrador.

---

Nueva misión publicada.

Objetivo: Vender 100 botellas de Coca-Cola y 100 paquetes de tiras picantes.

Recompensa: Un giro en la ruleta.

Progreso actual: Coca-Cola: 0/100 | Tiras picantes: 0/100

---

La notificación llega justo a tiempo.

Afuera, la ciudad comienza a sumirse por completo en la quietud de la noche. Las linternas iluminan las calles con su tenue resplandor, como estrellas que flotan a ras del suelo.

Bostezando, sintiendo cómo el sueño lo vence, Luo Chuan cierra la tienda y sube al segundo piso. Tras una higiene rápida, se mete a la cama.

Mientras tanto, Bu Lige ha regresado directamente a la Mansión del Marqués Zhennan.

Incluso ahora, su mente sigue saboreando el exquisito sabor de la Coca-Cola. Y al sentir cómo sus heridas internas se han curado por completo, no puede evitar sonreír de vez en cuando.

Naturalmente, en la mansión hay muchos sirvientes y doncellas, pero todos se apartan discretamente al cruzarse con él.

Por suerte, Bu Lige está tan absorto en su ensueño que ni lo nota.

En cuanto desaparece de su vista, los sirvientes se agrupan y comienzan a murmurar:

—¿Qué le pasa hoy al joven amo? ¡Está actuando muy raro!

—¡Sí! Sobre todo esa expresión en su rostro… ¡es demasiado vulgar!

—Ay… la imagen noble y elegante del joven maestro que tenía en mi mente… se vino abajo. Se arruinó por completo…

More Chapters