Dos días habían pasado desde que Hinata y Kurama habían tenido su primera sesión de placer, tiempo en el que el joven de cabello rojo había recuperado su estado mental gracias a la ayuda de la chica de ojos perlados.
Kushina se percató de la situación de inmediato, y le dio la bienvenida a Hinata de forma legal.
Hinata se sonrojó, aunque rápidamente asintió, ignorando la mirada de Ino, quien estaba entrecerrando los ojos con una clara expresión de traición.
Todo era armonía para la familia Uzumaki, aunque había algo que ellos no conocían, algo estaba pasando en otro lado del mundo.
"Líder, hemos perdido a 4 miembros..." - dijo Kisame con el ceño fruncido luego de escuchar el rumor de la muerte de sus dos compañeros inmortales - "Esto se está saliendo de las manos, pensé que esto era tan fácil como quitarle un dulce a un niño"
Pein simplemente guardó silencio, aunque era obvio para el dúo que todavía estaba cazando al Nanabi, que él estaba furioso.
"¿Cómo va su misión?" - intervino Konan porque sabía que era cuestión de tiempo de que su viejo amigo perdiera la compostura.
"Hemos logrado encontrar el rastro del Jinchuriki del Nanabi, estamos cerca de lograr capturarla" - respondió Itachi con su típica voz fría.
"Konan, cómo va tu misión para capturar al Sanbi..." - dijo Pein mientras miraba al holograma de su compañera más antigua.
"¿Eh? ¿Por qué no se lo preguntas a Tobi?" - preguntó Tobi, el hombre enmascarado con un tono infantil.
Pein simplemente lo ignoró, manteniendo su atención en su vieja amiga.
"Todo salió de acuerdo al plan, Ma... Tobi capturó al Sanbi luego de una ardua batalla" - respondió Konan mientras sacudía la cabeza al ver que casi la caga.
Itachi entrecerró los ojos ligeramente, aunque rápidamente negó con la cabeza porque era mejor no meterse en problema, no cuando estaba a punto de terminar con su trabajo.
"Es bueno escucharlo, buen trabajo, Konan, Tobi" - dijo Pein mientras volvía a concentrar su mirada en Itachi y Kisame - "Ahora les toca a ustedes, espero que no me fallen, porque si lo hacen, entonces será mejor que mueran a manos del Kyuubi"
Dicho eso, la llamada con hologramas terminó, dejando únicamente a Kisame e Itachi, quienes estaban en silencio.
"Bueno, eso no salió como esperaba" - dijo Kisame con un tono sarcástico.
"Así como están las cosas, traicionar a Akatsuki no suena como una mala idea" - dijo Itachi mientras intentaba tocar terreno con su compañero.
Kisame se quedó en silencio mientras miraba a su compañero, solo para entrecerrar sus ojos.
Itachi no dijo nada más, porque era obvio que su acompañante había detectado algo raro en él.
"Itachi, dime la verdad" - dijo Kisame mientras tomaba su confiable compañera - "¿De verdad eres parte de Akatsuki?"
Itachi se quedó en silencio mientras sus ojos giraban ligeramente, aunque no hizo nada para atacar a Kisame.
El hombre con apariencia de tiburón, simplemente soltó una pequeña sonrisa - "¿Y bien?"
"Sigo siendo parte de Konoha" - respondió Itachi con honestidad mientras se sentaba en una roca cercana - "He estado en Akatsuki porque tuve que reunir información de algo personal, y ahora que ya tengo todo lo que necesito, es tiempo de volver a casa"
Kisame entrecerró los ojos antes de volver a dejar su espada Samehada en su espalda, solo para sentarse a una distancia prudente de su compañero traidor - "¿Por qué me cuentas esto?"
"Porque confío en ti, puede que seas un traidor para Kiri, pero eres un aliado al que puedo darle la espalda" - respondió Itachi con honestidad.
Kisame empezó a reír con fuerza cuando escuchó esto, solo para entrecerrar los ojos - "¿Y qué planeas hacer? ¿Escapar? ¿Volver así sin más a Konoha?"
"Fallar una última misión antes de desaparecer en silencio" - respondió Itachi con honestidad mientras se cruzaba de brazos - "Es por eso que quiero preguntarte una cosa... ¿Quieres venir conmigo?"
"Vamos, me agradas, pero no juego para ese equipo" - bufó Kisame con un tono bromista, solo para soltar una carcajada aún más fuerte - "¿Quieres que me una a Konoha?"
"No exactamente, puedes tener tu libertad mientras haces como si todavía eres un ninja errante, nosotros solo te daremos misiones para que puedas vivir como desees" - respondió Itachi con calma - "Básicamente, los beneficios de ser un ninja de una aldea grande, pero sin las obligaciones"
"Suena interesante" - dijo Kisame mientras acariciaba su mentón - "Dame un momento para pensarlo"
"Claro, por mientras voy a contactar con Kurama Uzumaki para explicarle la situación" - dijo Itachi mientras salía de la cueva, dejando a Kisame con una expresión pensativa.
"Estabilidad... no pensé que volvería a tenerla luego de matar al antiguo dueño de Samehada" - murmuró Kisame mientras cerraba los ojos, pensando detenidamente la propuesta de su compañero, después de todo, esto era un enorme salto de fe, incluso con Akatsuki a duras penas sosteniendo su propio peso.
Kisame se quedó en silencio mientras miraba el techo rocoso de la cueva, solo para sonreír fieramente - "¿Por qué no tomar esta oportunidad? Tal vez pueda darle una oportunidad, después de todo, Itachi nunca me ha mentido..."
Mentiras, eso era lo que más odiaba Kisame, y gracias a esto, él había desarrollado un extraño sentido para sentir las mentiras en sus oponentes o compañeros, es por eso que a pesar de ser algo necesario, no estaba muy a gusto en Akatsuki.
"Líder no miente, pero al mismo tiempo, puedo sentir una contradicción, como si todo fuera una mentira" - pensó Kisame mientras analizaba su situación ahora que había decidido seguir a su único compañero honesto, porque sí, Itachi nunca mintió, él en ningún momento dijo que era parte de Akatsuki, él siempre dijo que estaba aquí para cumplir con su objetivo, y todos pensaron que era la destrucción de Konoha, o algo por el estilo - "Konan también parece estar mintiendo sobre algo importante, y ese enmascarado... todo lo que hace suena a mentira..."
Un profundo silencio invadió la cueva mientras Kisame analizaba a mayor profundidad su vida en Akatsuki, o al menos fue así hasta que escuchó a su compañero entrar - "¿Todo listo para esta última misión?"
"Todo listo, es hora de movernos, ya encontré a la Jinchuriki, es hora de fallar" - respondió Itachi con su típica voz fría, pero honesta.
Kisame asintió en silencio mientras los dos caminaban hacia la zona marcada.
*****
[Tranquila, joven larva, es imposible que nos logren capturar] - dijo Choumei al notar la preocupación en la mirada de su Jinchuriki - "Además, el sello que Kurama nos dio, es más que suficiente para sobrevivir si llegara a ser el caso"
"No quiero sufrir, Chou-chan" - murmuró Fuu con una expresión melancólica en su rostro - "No cuando por fin encontré a ese alguien especial que el viejo habló"
[¿Te refieres a esa joven larva de Konoha?] - preguntó Choumei con un tono paternal - [¿Cómo se llamaba? ¿Shino?]
"Shino Aburame" - respondió Fuu con una sonrisa enamorada al recordar al chico que se había encontrado hace unos pocos días atrás por mera coincidencia. Él y su escuadrón estaban haciendo una misión por la zona cuando ella detectó un leve aroma familiar venir de esa dirección, así que por mera curiosidad fue a ver, y se encontró con un amor a primera vista.
El chico no parecía muy apuesto, pero su aroma era embriagador para ella, incluso Choumei parecía asentir y aprobar su relación con este aún desconocido chico.
Sorprendentemente, Shino pareció detectar la presencia de Fuu, incluso cuando ella había reducido su presencia al mínimo, quedando flechado al igual que ella, ese fue el inicio de su corta, pero predestinada relación.
Fuu sonreía felizmente al recordar el corto tiempo que pasó con el chico, debido a que todavía estaba escapando de Akatsuki, y no había forma de que ella pudiera decírselo a Shino o sus compañeros, mucho menos usarlos como cebo para escapar de sus perseguidores.
Pensando en esto, un extraño sentimiento de molestar volvió a invadir su interior, como si sus instintos le gritaran que corriera lo más rápido posible.
[Fuu-chan, continuemos con el viaje, no sé si serán ellos, pero puedo sentir una enorme presencia acercándose] - dijo Choumei en la cabeza de la chica de cabello verde menta.
"¡Entendido!" - exclamó Fuu con fuego en sus ojos, porque ahora que tenía a alguien esperándola, era imposible que cayera como una mosca, incluso cuando los hombres que la estaban acosando fueran dos de los ninjas más peligrosos de las [Naciones Elementales].
Con un valor renovado, Fuu continuó corriendo por el bosque, como si este fuera su hogar desde años.
Choumei se mantuvo analizando los alrededores, buscando la más mínima pista que pudiera anunciar la presencia de alguien desconocido, o de alguna trampa en la zona.
"¿Todavía se está acercando esa presencia de enorme poder?" - preguntó Fuu mientras miraba alrededor con aprensión porque instintivamente podía sentir cómo los alrededores parecían haber cambiado.
[Sí, todavía está corriendo en nuestra dirección] - respondió Choumei con un tono grave - [Es como si nos hubieran marcado, pero eso es imposible, no detecto ningún sello o aroma en tu persona, Fuu-chan]
Fuu frunció ligeramente, aunque su expresión cambió cuando escuchó cómo Choumei le gritaba que se agachara, solo para ver una espada enorme hecha de escamas - ". . ."