Cherreads

Chapter 116 - 116: Consuelo (+18)

"¿Y qué hay de tu entrenamiento?" - preguntó Kakashi con sorpresa mientras miraba a su autoproclamado rival - "¿A caso vas a dejar esa parte importante de tu carrera de lado?"

"¿De verdad preguntas eso, Kakashi?" - dijo Maito Gai mientras le daba una mirada en blanco - "No es primera vez que cuido a un niño mientras entreno, además, esto puede ser bueno para ella, verme esforzarme tal vez haga que recupere un poco de su espíritu"

Kakashi se quedó en silencio unos segundos antes de asentir - "Si eso es lo que decidiste, supongo que no soy nadie para impedirlo, felicidades por tu nueva hija"

Maito Gai sonrió ligeramente mientras tomaba a la niña en sus brazos, la chica simplemente se le quedó mirando sus cejas como si fueran estos gusanos peludos, solo para tirar uno con fuerza.

El hombre de cabello negro, simplemente aguantó la respiración mientras sonreía con incomodidad antes de desaparecer con la niña.

"¿Estás seguro de que esto es una buena idea?" - preguntó Zabuza con los brazos cruzados.

"Sí, confío en mi rival" - respondió Kakashi con una sonrisa en su mirada.

Zabuza no dijo nada más, después de todo, él no era el mejor calificado para hablar en cuanto a crianza infantil.

*****

Luego de dejar a la niña en la oficina del Hokage, Kurama regresó rápidamente a la mansión porque honestamente, estaba un poco tenso.

Sí, esta no era la primera vez que veía las atrocidades ocurridas en las [Naciones Elementales], pero era la primera vez que llegaba durante los sucesos. Él estaba tan furioso, no solo con Menma, sino también consigo mismo por no haberlo matado directamente, todo por culpa del puto contrato que tenían.

"Tal vez debería de haberlo hecho" - murmuró Kurama mientras sentía cómo la puerta estaba al borde de romperse por la fuerza que estaba poniendo en su agarre, aunque rápidamente se intentó calmar al soltar un suspiro pesado - ". . ."

Sin saber qué más hacer, Kurama entró a la mansión, solo para percatarse de que esta estaba vacía, posiblemente porque los niños habían querido salir a jugar y el resto se les unió.

"Tal vez un poco de silencio me ayude" - murmuró Kurama al ver que no había nadie alrededor, aunque luego de unos segundos de soledad, sintió que estaba mucho peor que antes - ". . ."

Los minutos pasaron mientras el reloj marcaba con fuerza el paso del tiempo, Kurama estaba sintiendo cómo estaba empezando a perder un poco la paciencia, o al menos era así hasta que escuchó cómo alguien tocaba la puerta, así que sin tener nada más que hacer, él caminó hacia el lugar y la abrió, solo para notar a Hinata.

"H-Hola..." - dijo Hinata con una sonrisa avergonzada, solo para fruncir el ceño cuando notó a expresión del joven pelirrojo - "¿Qué sucede, Kurama-kun?"

Kurama se quedó en silencio mientras pensaba en si era buena idea hablar sobre lo que había visto con alguien tan delicado y amable como Hinata, aunque luego de unos segundos de debate, decidió hacerlo, más que nada porque esto era algo que ella podría presenciar en el futuro, y tal vez este pequeño golpea de realidad podría salvarle la vida, o motivarla a hacerse más fuerte.

La expresión de Hinata cambió drásticamente mientras escuchaba el relato de Kurama, solo para quedarse pálida cuando él terminó, después de todo, no todos los días ella escuchaba un relato tan macabro sobre cómo su amado había presenciado la escena de un abuso sexual mezclado con otros delitos que podrían causar que alguien consiguiera una pena de muerte.

"Y-Ya veo..." - murmuró Hinata mientras intentaba calmarse - "Kurama-kun..."

"¿Qué debería de haber hecho, Hinata-chan?" - preguntó Kurama mientras agachaba la cabeza - "¿Debería de haber matado a ese bastardo, incluso si rompía mi parte del contrato?"

Hinata respondió con silencio porque ella había escuchado de Kushina lo importante que eran los contratos con el clan Uzumaki, más que nada porque estos demostraban la lealtad que estaba integrada en la parte más profunda de su sangre.

Un silencio pesado invadió el lugar mientras la chica de ojos perlado observaba a su amado, hasta que ella no pudo más.

"Kurama-kun, tal vez no tenga la respuesta a esa pregunta, pero tal vez pueda ayudarte de otra forma" - respondió Hinata mientras su rostro se prendía como luz de Navidad, solo para morderse el labio y empezar a quitarse la ropa.

Kurama la miró sorprendido porque no se esperaba que la tímida Hinata Hyuga hiciera algo como esto - "¿Qué estás haciendo?"

"H-He crecido, Kurama-kun, estoy lista" - respondió Hinata con el rostro aún más rojo, aunque por dentro ella estaba rogando de que no la rechazaran ahora que había llegado tan lejos.

Kurama pareció detectar estas emociones negativas, así que rápidamente la abrazó.

Hinata se paralizó cuando sintió los firmes brazos de su amado rodeando su cuerpo, solo para sentir cómo todo a su alrededor se volvía borroso por la vergüenza que sentía - ". . ."

"Gracias, pero si todavía no estás lista, no tienes que forzarte" - dijo Kurama con una sonrisa - "Tenerte a mi lado, apoyándome, consolándome, es más que suficiente"

Las palabras de Kurama parecieron hacer que la chica recuperara la consciencia, aunque esto solo causó que algo dentro de ella se activara, así que rápidamente miró al chico a los ojos y con un movimiento rápido, besó sus labios.

Kurama se sorprendió por esto, más que nada porque no pensó que Hinata fuera tan activa cuando era el momento de la verdad.

Lentamente, la chica de ojos perlados empezó a quitarle la ropa a su amado, mostrando su bien entrenado cuerpo, finalmente, quitándole la última ropa que cubría su masculinidad.

Hinata estaba avergonzada, sí, pero al mismo tiempo, su mirada decidida parecía mostrar algo más, una sensación de éxito, de por fin haber mostrado todo lo que sentía, así que sin dudarlo más, ella se arrodilló frente al chico y empezó a besar su pene.

Kurama sintió cómo una sensación eléctrica empezaba a recorrer todo su cuerpo, desde su cabeza hasta sus pies al ver cómo lentamente la tímida chica del clan Hyuga devoraba su dura carne.

El joven de cabello rojo no pudo resistirse más y liberó su primera carga en la boca de la chica, quien pareció disfrutar de recibir su semilla con una expresión de éxtasis en su rostro, pero era más que obvio que esto no era suficiente para ella.

Kurama había despertado algo peligroso, la tímida chica de ojos perlados había desaparecido, y ahora solo quedaba una bestia femenina salvaje.

Hinata sonrió ligeramente al empujar al chico al suelo, solo para montarse encima de él y posicionar su duro miembro en su entrada secreta, guiándolo para que este pudiera entrar sin mucho problema dentro de ella, sin mucha dificultad debido a que ella había roto su himen debido a su duro entrenamiento de flexibilidad.

Dejando que sus deseos hicieran el trabajo, Hinata empezó a mover su erótico cuerpo al ritmo de su lujuria, arriba, abajo, un movimiento constante de placer, sintiendo cómo su interior lloraba de felicidad por haberse unido por fin con su amado.

Lágrimas de placer y felicidad corrieron por las mejillas de la chica mientras sus gemidos sonaban con cada embestida del chico.

Kurama se sentía en el cielo, a pesar de su poca experiencia, Hinata parecía saber lo que hacía, como si hubiera nacido para ser una mujer salvaje.

Sin poder contenerse más, Kurama sintió cómo algo subía por sus bolas, disparando su segunda carga dentro de la chica, quien rápidamente arqueó la espalda en éxtasis al sentir cómo la llenaban, aunque al igual que antes, esto no era suficiente.

Kurama se sorprendió de la enorme resistencia de la chica de ojos perlados, quien parecía cada vez más entusiasta en esta situación.

Viendo que esto tenía para rato, Kurama se levantó, aún unido con la chica y empezó a embestirla mientras la tenía tomada en sus brazos.

Hinata estaba ahora gritando en éxtasis, porque con cada embestida que él daba, ella sentía cómo él llegaba a todos sus puntos críticos, era como los dos hubieran nacido para ser uno, porque los dos eran extremadamente compatibles.

"¡Kurama-kun ~!" - exclamó Hinata mientras sentía cómo su interior volvía a temblar, demostrando que estaba a punto de llegar al clímax.

Kurama respondió con un profundo gruñido mientras su masculinidad crecía, también lista para liberar su semilla por tercera vez dentro de la chica.

"¡Libéralo todo dentro de mí ~!" - gimió Hinata con lágrimas en los ojos - "¡Quiero tu semen dentro ~!"

"¡Aquí lo tienes!" - exclamó Kurama mientras sentía cómo sus bolas liberaban todo lo que él había acumulado durante los últimos días.

Hinata soltó un agudo grito de placer mientras llegaba a su clímax final, mientras una sensación de plenitud la invadía por completo, como si su cuerpo estuviera absorbiendo la energía que su amado pelirrojo estaba liberando, llegando esta a cada centímetro de su seductor cuerpo, uno que superaba por mucho al de sus compañeras.

Lentamente, Hinata sintió cómo su cuerpo perdía toda fuerza, el sudor corría por sus enormes pechos, por su desnudo y redondo trasero, su abdomen entrenado, pero lleno de la semilla de su amado, cayendo rendida por el cansancio, feliz, realizada, pero sin poder mover un solo músculo.

"Gracias por aceptarme, Kurama-kun ~" - murmuró Hinata con un tono seductor antes de perder la consciencia.

"No, gracias a ti, Hinata-chan" - murmuró Kurama mientras soltaba un suspiro de satisfacción y agradecimiento, solo para abrazar a la chica y llevarla a su habitación para que descanse, después de todo, él tenía que limpiar porque había dejado un desastre en la entrada de la mansión.

More Chapters