La guerra contra Darkseid había terminado... al menos, en la superficie. La Tierra estaba en una frágil calma, y la Liga de la Justicia apenas comenzaba a recomponerse. Pero en las profundidades del multiverso, donde ni los Nuevos Dioses se atreven a mirar, algo antiguo se movía.
En un rincón olvidado del mundo, donde el sol apenas toca el suelo y el viento murmura nombres olvidados, un hombre caminaba solo. Su figura, envuelta en un abrigo oscuro como la noche misma, no dejaba huella. A su alrededor, las sombras se arremolinaban como si respiraran con él.
"Este mundo... también está desmoronándose. Igual que el mío."
Sung Jin-Woo observaba desde lejos. Desde que la guerra lo arrancó de su realidad y lo lanzó a otro universo, no había dejado de moverse. La energía que impregnaba este mundo era diferente, pero no le era ajena. Gobernantes... Monarcas... habían existido versiones de ellos aquí también, bajo otros nombres.
Ahora sabía por qué había sido traído.
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Ciudad Gótica – Medianoche
Batman no dormía. Nunca lo hacía, no realmente. Desde Darkseid, sus sentidos se habían vuelto aún más agudos. Sentía que alguien —algo— estaba actuando en la penumbra. Pero por más que lo intentaba, no podía rastrear nada. Ni cámaras, ni sensores, ni incluso Zatanna con su magia había logrado encontrar un solo rastro.
"No hay pruebas. No hay presencia. Solo resultados. Crimenes evitados. Asaltos detenidos. Sin explicación. No es nuestro estilo... Pero no puedo ignorarlo."
La sombra se movía por su cuenta. Un vigilante silencioso que ni siquiera los vigilantes podían ver.
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Apokolips – Restos del Trono
Los ecos de una batalla perdida aún se escuchaban. Las cenizas de Darkseid se habían desvanecido, pero algo peor había sido despertado en el proceso. Fragmentos de poder puro, residuos del Vacío, se mezclaban con las cicatrices dimensionales dejadas por los conflictos.
Y en uno de esos huecos, algo cruzó.
Un nuevo Monarca. No de destrucción, sino de vacío puro. Uno que había sido sellado en su mundo natal, pero que ahora buscaba alimentarse de las sombras vivas de este universo.
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El Hombre que Comanda la Muerte
Jin-Woo se arrodilló en una caverna silenciosa. Frente a él, cientos de sombras flotaban en silencio. Ikrid, Tusk, Beru... Todos leales. Todos listos.
"Este mundo ya conoció la guerra de dioses. No sabe que la guerra de los Monarcas recién comienza."
No necesitaba ser reconocido. No aún. Su deber no era salvar un mundo. Era mantenerlo de pie el tiempo suficiente hasta que pudiera entenderse a sí mismo.
Y quizás, al final, al igual que en su antiguo hogar, tendría que elegir entre ser un Rey en las sombras... o un Monarca en la luz.
Nota del autor:
Hola lector/a 👋
Esta historia comenzó como una simple prueba, una especie de experimento creativo que nació sin muchas pretensiones. Quería ver qué podía construir partiendo solo de una idea, improvisando capítulo tras capítulo.
Si estás aquí, ya sea por curiosidad o por amor a los crossovers, gracias por darle una oportunidad.
Al principio notarás ciertos cambios en la duración y ritmo de los capítulos, y es que fui construyendo todo sobre la marcha, dejando que la historia se revelara poco a poco a medida que la escribía.
Pero si este mundo, los personajes o el tono oscuro y épico te atrapan, estaré encantado de seguir desarrollándolo y traer más capítulos, con mayor coherencia, estructura y profundidad.
Tu lectura ya es un apoyo inmenso.
Me voy al carajo ya xd
— El autor