Kerse despreció la maldición de la sacerdotisa. Era un viajero en el tiempo, era superior a los aborígenes de este mundo, tanto en fuerza como en conocedor de la trama.
En cuanto a la supuesta maldición, si Kerse no se equivoca, no se refería a morir a manos de sus soldados o esposa, sino a que se refería a morir a manos de los otros viajeros en el tiempo.
Sabiendo que su Khal tenía mala impresión de Xaro Xhoan Daxos, los soldados no lo mataron de inmediato, en cambio lo ataron firmemente con cuerdas de caballos abandonadas y lo golpearon de vez en cuando.
Kerse no lo mataría de inmediato, después de todo, Xaro Xhoan Daxos, en comparación con los otros dos, era inofensivo y también era un poderoso señor de Qarth y podría sacar provecho de él.
En cuanto al problema de que sus soldados lo golpearan de vez en cuando, no siente que haya nada de malo, después de todo, su carne grasosa era más resistente, así que incluso si lo golpeaban tenía fuerza para resistir a implorar clemencia y seguir hablando.
"¡Alto! No hay necesidad de perder el tiempo con este cerdo lleno. Que los guardias de sangre lo lleven conmigo, y los demás se dispersen en el acto. Pueden quedarse con lo que se encuentren en esta ciudad. ¡Puedes quedarte en la casa que prefieras!"
Después de aburrirse de ver cómo era golpeado por sus hombres, les indicó a los guardias de sangre que se llevaran a Xaro Xhoan Daxos.
Luego caminó preocupado hacia Rhaenys, después de todo, ella está embarazada de su segundo hijo y no falta mucho para que dé a luz, también miró preocupado a Daenerys, que también se encontraba embarazada.
Después de revisarse que las chicas estuvieran bien, tomó las pequeñas manos de las dos mujeres y siguió el camino hacia la ciudad.
Tras caminar aproximadamente un cuarto de hora, llegaron al final, frente al palacio más grande de la ciudad. Kerse y sus esposas empezaron a contemplar los magníficos edificios con rastros de lujo aún reconocibles y el encantador paisaje circundante, daba la imagen de que esta debía ser la residencia real que no había sido destruida hace incontables años.
Sin vacilación, Kerse decidió tomar este palacio como su base temporal.
"Te ves mejor que antes", le dijo Kerse a Xaro, que sangraba y había sido golpeado hasta dejarlo irreconocible, y los condujo al salón principal.
"Vamos", ordenó Kerse, mientras conducía a su gente hacia el palacio de Xaro.
Al entrar al palacio, lo primero que notaron fue la alfombra moteada y cubierta de hongos; el antiguo esplendor y belleza aún eran apenas visibles. Había muebles rotos por todas partes.
A diferencia del resto del palacio, la larga mesa de roble podrido en el centro estaba muy limpia y sin polvo. Sobre ella había carne seca empapada en condimentos, un montón de higos rebosantes de azúcar, zumo embotellado, vino y otros alimentos, así como cuencos, cucharas y tenedores de oro puro.
No hace falta adivinar para saber a quién le pertenecía; esta debía ser la cena de Xaro antes de que llegáramos e interrumpieramos la comida, de lo contrario, hace tiempo estas delicias se habrían convertido en sobras.
"Mis encantadoras damas, llenen sus estómagos", dijo Kerse señalando la comida de la mesa, después de que sus sirvientas comprobaran que la comida no estaba envenenada.
Como su hijo aún era pequeño y Kerse no tenía pensado hacer nada íntimo mientras sus esposas permanecieran embarazadas, permitió que su hijo Maegor permaneciera con ellos.
Maegor, al ver la comida en la mesa, salió corriendo y sin ningún tipo de restricción, su temperamento bárbaro se reveló plenamente y empezó a engullir la comida.
Kerse y sus esposas solo se rieron ante su comportamiento, sin intención de detenerlo.
Después de que todos terminaran de comer la comida, descansaron un poco.
Entonces Kerse les dijo a sus esposas: "Xaro Xhoan Daxos es uno de los trece señores de Qarth. Se dedica al comercio de importación. Debe conocer la situación actual de Poniente, al otro lado del océano. Si quieres saber algo, pregúntenle."
Rhaenys fue la primera en reaccionar y miró a Xaro, que había perdido su apariencia original, y preguntó: "Señor de Qarth, soy Rhaenys Targaryen, hija de Rhaegar.
Daenerys, para no quedase atrás, también se presentó: "Y yo soy Daenerys Targaryen, hija de Aerys Targaryen, Nacida de la Tormenta."
Finalizo Kerse: "Creo que te alegrarás de contarnos la situación actual de los Siete Reinos."