El sol naciente comenzó a alumbrar los aposentos de Arkon, la suave brisa fresca mecía las cortinas blancas que daban al patio con vistas a la ciudad, el rey de Grecia se levantó y fue directo al baño a asearse, pero cuando Rexes levantó su cabeza girando sus pequeñas orejas, el joven notó que alguien venía a sus aposentos.
Aun así, no se apresuró, se tomó su tiempo y ahora con sus vestimentas reales les dio paso a las personas fuera de sus puertas pesadas, y los que pasaron fueron el propio Nuncio quien tenia una mirada seria junto con cuatro hoplitas que estaban detrás de él, Arkon se acercó a él con la distancia de un antebrazo.
Nuncio no sabía lo que pasaba, pero antes de que pudiera reaccionar, su propio rey lo golpeó con su puño izquierdo en el lado derecho de su rostro, los guardias detrás de él rápidamente lo levantaron devuelta y esta vez su lado izquierdo fue golpeado con aun mas fuerza haciendo que gruña del dolor.
Una y otra y otra y otra vez fue golpeado haciendo que incluso sus ojos se hinchen y sangren, su boca salía sangre y saliva y su nariz esta rota, todo su torso tenia grandes moretones, ahora resoplaba debido a que no podía expulsar bien el aire dentro de su cuerpo y al inhalar hacia un gran ruido como si estuviera a punto de ahogarse.
Y con dificultad dijo, "¿Por qué mi rey? ¿Por qué merezco esto?" incluso entre silabas le costaba respirar.
"es la primera y última vez que desobedeces mi orden Nuncio." Dijo Arkon obligando al único ojo de Nuncio a mirarlo, pero él notó que había confusión. "pero mi señor cuando dio la orden vine de inmediato, me acerqué a la ciudad mas cercana posible e incluso no fui a dormir debido que tardaron horas en encontrar al grupo." Dijo él cansado.
"¿Cómo es posible? Yo vi Autólico con mis ojos en Eunomia nova, él es tu subordinado nombrado por mí, estas diciendo ¿Qué este muchacho te engaño y creías que estaba contigo?" dijo Arkon con el señor fruncido. "lo juro por el rio estigia mi rey, Autólico siempre estuvo conmigo buscando reliquias." Decía casi gritando aparentando que decía la verdad.
"confiaré en ti por el momento Nuncio, guardias llévenlo a la enfermería y llamen de inmediato a Autólico e incluso usen la fuerza si es necesaria." Dijo enojado Arkon y los guardias fueron inmediatamente, al llegar afuera de los aposentos solo hicieron un movimiento para subirse a los pegasos.
Arkon aun molesto se subió a Rexes y fue al distrito militar, al llegar rápidamente fue rodeado de soldados a cargo del festival del día de luto de Grecia por la sangrienta campaña y entre ellos un héroe legendario como Perseo quien ya fue sepultado y lo de ahora sería un sarcófago conmemorativo tallado por los mejores carpinteros de Grecia, mostraban su nacimiento, crecimiento, proezas y finalmente deceso como guerrero defendiendo a su rey.
Mientras charlaba para el momento final del día de luto, escuchó a los pegasos tocar el suelo pavimentado de Grecia y junto a él docenas de soldados que estabas curiosos debido a que tanto el joven nombrado por el rey y la hechicera más fuerte de Grecia bajaron del mismo pegaso.
"mi rey Arkon, Autólico está aquí." Dijo el hoplita haciendo un saludo militar, otros dos trajeron al joven Autólico que estaba caminando un poco rápido para no chocar con los guardias detrás suyo.
"saludos rey Arkon." Dijo con seriedad Autólico haciendo el mismo gesto que el guardia, sin embargo, su rey no devolvió el saludo algo que dejo pensando a las personas del lugar debido al comportamiento atípico de su rey.
"Autólico ¿en dónde has estado ayer?" preguntó su rey con mirada fija a sus ojos, y este sin vergüenza mintió. "regresamos muy temprano en el día de ayer mi señor, de ahí fui a la mansión de la señora circe, desde entonces estuve ahí entonces hace veinte minutos me llegó la orden de presentarme ante usted." Arkon al escuchar esto solo apretó los dientes.
"¿sucede algo Arkon?" dijo de la nada circe acercándose al rey de Grecia, pero con un gesto todos los soldados sacaron sus espadas al mismo tiempo. "mi señora circe retroceda ahora mismo." Dijo un mirmidón con tono serio y muy amenazante. "¿Qué significa esto soldado?" preguntó ella con enojo y el ceño fruncido.
"hazte para atrás circe, acérquenme a Autólico." Dijo Arkon quien se sacó su tiara dorada de hoja de laureles doradas y se soltó las prendas superiores mostrando su cuerpo forjado por la guerra, no definido pero lleno de fuerza e incluso las cicatrices se volvieron aun mas prominentes, un hoplita cerca se acercó a él agarrando con cuidado la tiara.
Autólico inmediatamente fue empujado y por instinto se protegió del golpe derecho del rey, pero no fue lo suficiente cuando un golpe izquierdo fue directo a la boca del estomago haciendo que retire todo el aire que tenia dentro a la vez que agachaba debido al dolor mientras gruñía.
Su pelo fue agarrado y un golpe fuerte impacto en el lado izquierdo de su rostro haciéndolo agachar del dolor pero cuando sintió mas golpes venideros se levantó solamente para que su torso reciba golpe tras golpe lleno de fuerza y velocidad, todos entendieron algo, Arkon estaba usando el boxeo griego contra Autólico, no se preguntaron porque, que había hecho o dijo, pero estaban seguros de algo, cometió una falta ante los ojos del rey y no había nada más grave que eso, si tuvieran la oportunidad de elegir de como corregir la falta seria con su suicidio inmediato.
Circe estaba impactada e incluso tenia un poco abierta su boca, pero cuando quiso intervenir, un muro de escudos se interpuso en su camino y sabía que si quería pasar debía matar, pero su amante estaba recibiendo una paliza, al menos debería de protegerlo porque se lo debe, ya que con su posición por lo menos le permitirían tener a alguien que lo defienda.
"¡Arkon ya basta! ¡lo mataras!" pero su griterío cayó en oídos sordos, Autólico ya ni resistía y solo podía gruñir del dolor, solo cuando el rey se cansó la paliza termino, desde sus manos hasta la mitad de sus antebrazos tenían manchas de sangre y de los nudillos goteaba sin parar, incluso su torso y rostro tenia la sangre de Autólico mientras que él tenia heridas abiertas, zonas moradas, inflamadas e incluso perdió dientes.
"¿Por qué… mi señor?" dijo con dificultad Autólico quien ni siquiera miraba a Arkon sino al cielo celeste libre de nubes. "Autólico, yo mismo te libre del juicio, yo mismo te entregue a la compañía buscadora de reliquias las cuales incluso pueden cambiar el curso de la próxima batalla, pero engañaste a tu capitán, a tu rey, traicionaste la confianza depositada en ti por tus talentos y tus antecedentes habían sido limpiados.
Pero preferiste la vida placer y de pereza, no solo me mentiste enfrente mío sino enfrente de todos los testigos de aquí, eres despojado de tu titulo y de tu poder, vivirás en lo más bajo de la pirámide jerárquica de Grecia, ahora sal de mi vista inmediatamente por tu propia cuenta." Dijo Arkon con veneno y enfado, ahora mismo sentía una gran vergüenza de cómo podía ser engañado así.
Los soldados se hicieron a un lado y circe fue inmediatamente fue hacia su amante, algo que provocó aun mas a Arkon entonces volvió hablar. "levántelo y cuando pueda caminar solo suéltenlo." Entonces dos hoplitas ayudaron a Autólico a pararse, después de unos segundos angustiantes finalmente podía mantenerse de pie solo, circe agarro los dos lados de su rostro y sonrió de forma alegre pero sus manos se bajaron porque nunca hubiera esperado lo que paso ante sus ojos.
La cabeza de Autólico cayó a un lado y como títere sin hilos, su cuerpo cayo mientras las dos partes expulsaban sangre y lo ultimo que vio el hombre fue la expresión impactada de su amante para cuando reaccionó, circe vio que Arkon tenia una espada en su mano con rastros de sangre y una mirada fría, e incluso los soldados no lo esperaban.
"en menos de dos meses todos olvidaron quien es el rey aquí, yo tengo el linaje real de Grecia, deben tener más respeto ante mí, yo convertí a Grecia en mármol cuando me la dieron de adobe, yo fui quien sus familias permanezcan seguras ante el caos y la inseguridad del exterior, yo fui quien les permitió tener una casa que perduré generaciones para sus descendientes, yo fui quien les trajo una vida digna, pero hay un precio que pagar.
Lealtad o nada." Dijo Arkon quien se subió a Rexes, pero al ver que aun quedaron impactados, el león rugió de forma peligrosa a los soldados quienes con movimientos torpes se corrieron a un costado, vieron a su rey alejarse con paso lento.
Arkon por su parte tenia la mirada seria y ojos que veían a un punto fijo, no hizo caso a las personas que lo saludaban o le querían entregar comida, estaba demasiado molesto como para charlar o recibir regalos, cuando llego a sus aposentos le pidió a la guardia que le trajeran varias jarras de vino sean la mas puras o dulces, solo quería beber.
Cuando llegó arriba fue directamente al baño a lavarse la sangre a la vez que en el camino tiró la tiara de laurel dorado, al retirar la sangre de su cuerpo fue a su patio personal donde había hermosas flores dentro de cerámicas adornadas con las proezas de los héroes de Grecia.
Pero cuando su cuerpo tocó la silla colgante de su patio, las puertas de su habitación fueron abiertas con fuerza y reconociendo el poder de esta supuso que eran de circe debido a que también quien Rexes estaba vigilante bostezo y se durmió, ella hizo a un lado las cortinas blancas y el sol dorado toco su cuerpo embelleciéndola, pero su expresión era diferente.
"¡¿Cómo pudiste?! ¡¿Cómo te atreves hacer semejante acto brutal?! ¡¿acaso estas enojado conmigo?! ¡¿Por qué tuviste que matarlo?!" dijo ella gritando y al escuchar esto, Arkon de inmediato se levantó.
"¡¿Por qué?! Me mintió enfrente mío, traiciono mi confianza ¿y cree que no habrá consecuencias? No somos niños, yo soy el rey, él fue nombrado por mí, desde ese momento siempre tuvo que tener en cuenta que sus acciones tenían consecuencias y no creas que no sé tú también me mentiste, sabes perfectamente la importancia de las reliquias y lo fácil que puedes engañar a las personas con tu magia." Dijo Arkon con enojo y un tono alto de voz mientras hacia gestos con sus manos.
"lo que le hiciste a Autólico fue más que una consecuencia, pareciera como si tuvieras peleando-." Pero sus palabras fueron interrumpidas por la de Arkon. "por ti ¿eso querías decir? Esos sentimientos se acabaron con vi a Autólico salir de tu mansión, acaso crees que soy ingenuo, al principio cuando enviaste esas señales pensé que podíamos ser algo, pero se esfumo, y no, no fue por ti circe, tengo que hacer respetar mi posición y demostrar autoridad como corresponde."
"¿señales? ¿Qué clase de señales hice para que malentendieras? ¿el beso, mi oposición a la campaña?" dijo ella con confusión e incluso estaba ofendida, pero Arkon al escuchar esto solo negó con la cabeza, ahora estaba enojado consigo mismo. "que acaso necesito demostrarte que voy enserio, ¿Qué el primer día debería arrojarte a la cama? ¿arrojar con todas mis fuerzas una manzana hacia ti? ¿decir públicamente mis sentimientos? Al parecer la persona confundida eres tu circe, al menos yo lo tenia claro." Dijo Arkon mientras se sentaba en su silla colgante.
"preparate, nos vamos en seis días junto con Belegar." Comentó Arkon con los ojos cerrados. "¿acaso puedes obligarme?" dijo ella desafiante, pero Arkon abrió los ojos y la miro fijo. "puedo, pero no quiero hacerlo, y yo tengo la ultima palabra, aun necesito que vayas conmigo para que puedas rastrear la magia de la carta del pirata durante la reunión." Después de eso no dijo nada más.
Escucho los pies de circe alejarse hasta que no la escucho más, pocos minutos después un civil trajo un cofre lleno de jarras de vino separadas en grupo por sabor e instantes después trajeron el almuerzo tanto para él como para Rexes.
Arkon vio esta escena con negación, esta era la segunda vez que hacia esta situación en sus dos vidas e incluso en esta era "huérfano" pero al menos sabe dónde están enterrados, los pocos consejos que recibía eran de amigos o compañeros de trabajo, pero ninguno tuvo esta profesión o estos problemas de enormes escalas que involucran el infierno y la tierra.
Esta vez no iba a contenerse, debido al pergamino de piel su nivel o estado era muchas veces mejor que su cuerpo original, incluso si bebía una jarra entera del vino más fuerte no sentiría un poco mareado o la sensación fuerte de alcohol quemando su garganta.
Primero comió su almuerzo despacio mientras que Rexes comía la carne y hueso al mismo tiempo, poco después el joven rey comenzó a beber jarra tras otra sin parar, saboreando o metiéndolo en su boca para que se impregne su sabor en su lengua y paladar. Poco después fue al patio interior que tenía y Rexes se trajo consigo la caja que contenían los vinos.
Ya era la tarde, hora de la cena y los hombres y mujeres le trajeron de comer junto con mas vino. Ellos no preguntaron nada porque pensaron que debido a la muerte de Perseo el rey de Grecia estaba afligido, lo dejaron llorar a su manera ya que Grecia estaba haciendo lo mismo.
Arkon ya estaba aturdido, tenia la vista fija el atardecer deslumbrando a Eunomia nova quien brillaba hermosamente, pero pareciera que hoy lo hacia mucho mejor que los días anteriores, esto hizo que Arkon resoplara divertido mientras seguía vertiendo vino en su copa de metal de aspecto intrincado y con joyas deslumbrantes, un regalo de los enanos del clan Angrund.
Y debido a un mal movimiento la jarra de vino de cerámica blanca que relataba una de las proezas de hércules se rompió y esparciendo el vino en el suelo de mármol y manchando las vasijas de las plantas que le regalaron, las mas hermosas y distintivas plantas de Grecia.
Él vio el líquido rojo se esparcía por el suelo, pero solo agarró otra jarra y siguió bebiendo como si nada y de vez en cuando hacía que Rexes también bebiera haciéndolo reír y el león solo se recostó al lado de él y disfrutando como su mano tocaba su cabeza.
Disfrutando la brisa tocando su cuerpo, Arkon no sabía en qué momento se durmió, pero cuando recordó que estaba afuera se despertó de forma rápida pero aun vio que el sol se estaba ocultando, solo descanso unos minutos, él se levantó y estiro su cuerpo y que su estado mental aun estaba aturdido por el vino.
Y como si fuera castigo los recuerdos que tuvo junto con circe, los besos, ella tocándolo, acariciándolo todo para que el ultimo fuera su discusión haciendo que hierva su sangre, criticándose a si mismo y a circe y a la cultura griega, haciendo que su cuerpo se contraiga de la rabia y tapando su rostro con su mano, esta estaba apretando con fuerza su rostro y las venas de sus manos y cara aparecieron.
Enojado solo suspiro frustrado y negando con la cabeza solo quiso ir a dormir temprano para calmarse, pero sus pasos se detuvieron debido a que su puerta fue tocada, extrañado y con el ceño fruncido fue hasta ella y la abrió llevándose una sorpresa por dentro pero su rostro seguía con la misma expresión.
Una hermosa mujer con piel tocada por el sol, una complexión atlética incluso entre las mujeres guerreras, pelo corto rizado de color rubio y unos hermosos ojos verdes, ella era Atalanta, gobernante de la ciudad de Tasos, y junto con ella tenia una jarra de vino, ella solo lo miro.
La tiara dorada de laurel no estaba presente en su cabeza, tal vez era porque estaba en sus aposentos, pero eso no explica su rostro enojado y seriamente mortal, sus ojos estaban abiertos pero su aliento e incluso su cuerpo olían a vino.
"¿Qué haces aquí atalanta? ¿sucedió algo en Tasos?" preguntó extrañado pero preocupado que incluso ella misma viniera.
"no sucede nada gracias a ti, tu campaña contra las ratas dejó todo muy seguro e incluso esos pieles verdes aparecen ni siquiera por casualidad. Solo quería venir y averiguar ¿Por qué el rey de Grecia no vino al funeral de uno de los héroes de Grecia?" preguntó ella a la vez que pedía permiso para pasar.
Y él la dejo pasar mientras cerraba la puerta, Atalanta vio el desastre de los aposentos de su rey, aun cuando tuviera sirvientes para limpiar el lugar era un desorden no por comida o por ser desordenado sino por la cantidad de jarras de vino rotas que hacían un camino hacia el patio interior del lugar.
Al llegar a este, las jarras eran al menos el doble de lo que había en los aposentos, tanto rotas como acumuladas en la caja donde aún seguía habiendo vino para beber.
"¿la muerte de Perseo te hizo bastante mal, Arkon?" preguntó y esta vez fue ella quien tenía tono preocupado, pero él negó con la cabeza. "no, pero ojalá fuera así. Digamos que tuve una discusión sobre amor de un solo lado." Dijo amargado e invitándola a sentarse, Arkon le sirvió vino tanto para ella como para sí mismo.
"supongo que los rumores sobre ti y circe eran ciertos." Dijo ella divertida haciendo que Arkon resoplara mientras bebía.
"lo único cierto era que mis sentimientos eran verdaderos y los de ella no, era un juego desde su punto de vista. Supongo que no soy el primer rey del que se enamora de ella y lo aprovecha a su favor, pero le salió mal la jugada, nunca conoció la consecuencia de sus actos y nadie me vio enojado hasta esta mañana." Dijo él mientras se sacaba las prendas superiores porque sentía calor.
Ella vio el cuerpo de Arkon, pero lo primero que noto fue la horrible cicatriz en las costillas derechas, fue como la piel desgarrarse como si se hubiera tironeado entre dos personas y coser rajadura por rajadura.
"parece que la rata no se fue sin luchar." Decía para cambiar de tema y vio como el hombre se tomaba el lado derecho.
"un recuerdo por decir, esta cicatriz será un recordatorio de que mis palabras tienen consecuencias como la de cualquier otra persona. Le dije a Perseo que a la mínima oportunidad usara a medusa para convertir a Queek en piedra, en cambio su cabeza se me fue lanzada a mis piernas mientras veía sus ojos apagarse." Pero ella solo se calló.
"y no solo su familia fue destruida sino de mas de cincuenta y cinco mil familias más, será una gran pérdida para hoy, pero en el futuro sus muertes fueron necesarias para asegurar la seguridad de las futuras generaciones de Grecia, si esas familias quieren odiarme que lo hagan, pero tomaría la decisión una y otra vez, ellos prevén su futuro, yo tengo que hacerlo el de toda Grecia." Dijo mirando a un punto fijo en el suelo mientras sostenía la copa que contenía vino.
"en otras palabras, estas haciendo un gran trabajo como rey en comparación con tus predecesores, te dieron una Grecia de adobe y nos estas dando una de mármol, pero conociéndote quieres dejarla como bronce celestial." Dijo Atalanta conociendo al menos un poco de la personalidad de Arkon.
"no dejes que estas decisiones Arkon, perturben a tu mente ¿Qué rey no tiene las manos manchadas de sangre de otros y de su propia gente? ¿acaso esos soldados no sabían lo que estaban haciendo, lo que tenían que sacrificar para que sus hijos tengan un buen futuro? No debes de dar explicaciones a nadie Arkon, tus propias acciones los harás entender de porque hiciste tal cosa, no somos personas tontas, debido a ti incluso los mas pequeños saben leer y escribir, algo impensable incluso para los ancianos."
"saber leer y escribir aun siendo civil podría significarla derrota o victoria cuando por algún motivo no pueden ingresar soldados, ellos serán la milicia." Contesto Arkon la pregunta implícita de Atalanta.
"de cualquier modo ¿realmente que haces aquí Atalanta? Traes vino, me haces hablar sobre tema en específico, sobre circe, un poco mas y pienso que estoy siendo interrogado por un antropólogo y las encuestas callejeras para dárselos a los ancianos." Dijo Arkon mirándola fijamente.
"¿acaso el rey no puede tener a alguien con quien conversar?" dijo ella mirándolo de la misma manera, pero él señalo a alguien, quien era Rexes. "puedes desahogarte con él porque no puede responder ¿Cuándo llegue el momento de hablar, como lo harás, le dirías directamente en la cara tus pensamientos como cualquier persona común o hablaras como un rey, guardándote todo por dentro y decidir todo lo mejor para Grecia?" habló con seriedad.
"yo ya no vivo para mi mismo Atalanta, toda Grecia depende de mí, diplomáticamente, armamentísticamente, culturalmente, emocional y sentimentalmente, mi deber como rey es velar por ellos y por ti Atalanta, habrá momentos en el que estaré en contra de las opciones que hay, pero si es lo mejor para Grecia las tomare, lo único que pediré es que me respeten como rey, ya aprendí la lección con Autólico y circe por como me engañaron." Dijo mirando al cielo mientras bebía vino.
"al menos no fue a mayores, los civiles no se enteraron todo quedo dentro de lo militar pero debido a eso parece que se recuperaron de su estado anterior, eras muy cercano a los soldados y casi con todos, pero Autólico dio el ejemplo que incluso a quienes nombraste personalmente serán castigados si desobedecen las órdenes." Dijo ella seriamente.
Arkon al escuchar esto entendió algo, estirando el cuello y resoplando dijo. "viniste a calmarme ¿no?" preguntó de la nada y ella al escuchar esto solo sonrió.
"culpable de los cargos" respondió a la vez que se aliviaba como poco a poco su rey volvía a la normalidad.
"gracias supongo, Atalanta." Comento Arkon agradecido pero su mano fue detenida por ella, los dos se miraron a los ojos, una preocupada y otros con molestia y apretando la mandíbula.
"¿Qué es lo que haces?" dijo molesto Arkon a Atalanta porque le estaba impidiendo otro trago más. "¿acaso no te has dado cuenta de todo lo que bebiste, Arkon?" habló ella señalando las jarras de cerámica finamente hechas destrozadas en el suelo mientras que el vino manchaba el mármol e impregnaban el olor en todo el patio interior.
"¿Quién eres tu para impedirlo?" preguntó él. "¿acaso no fuiste tu quien me llamo para gobernar y pelear a tu lado?" respondió preguntando, Arkon solo negó con la cabeza y dejo la copa en la mesa de mármol elaborada por los mejores artesanos de Eunomia nova.
Pero cuando se paró de forma rápida casi se cae y Atalanta fue en su ayuda, sosteniéndolo del brazo lo guio hacia su lecho quien a su lado ya estaba Rexes recostado a un lado, cuando Arkon sintió la almohada bajo su cabeza solo se acomodo y vio como Atalanta se iba sin embargo sus pensamientos le conquistaron la mente.
"Atalanta ¿puedo preguntarte algo?" y ella asintió cuando se dio la vuelta, Arkon se levanto para sentarse. "¿aun hace falta tirarle una manzana a alguien?" dijo mirándola a los ojos y ella quedo un poco sorprendida y dijo. "antes se lo hacia de forma sorpresiva pero ahora es una forma de que alguien está formalizando la relación enfrente de todos."
Al escuchar esto solo se acostó en la cama mientras se tapaba los ojos con el pliegue de su codo, pero de la nada dijo. "la noche es muy solitaria para pasarla solo ¿no?" Atalanta al escuchar esto, vio como el único ojo de Arkon destapado brillaba, ella solo se rio sin embargo se acercó a él.
Se sentó a su lado mientras le acariciaba el rostro hasta su cabello mientras sonreía a la vez que Arkon la miraba fijamente. "es la primera vez que me dicen algo de forma tan directa con palabras indirectas." Pero Arkon se defendió. "es la primera vez que lo digo en mis quince años de vida."
Los dos se miraron, pero el primero en moverse fue Arkon y el resto solo fue conocido por la habitación y por Rexes quien se alejo del lugar debido a que quería dormir.