Bien, seamos realistas por un momento. Crear un mundo que realmente parezca vivo, algo más que un simple telón de fondo endeble para explosiones y pronunciamientos dramáticos, es como intentar arrear gatos hechos de puro pensamiento. Sobre todo cuando intentas evitar los caminos trillados de la fantasía. Ahí es donde entra *El Cerebro del Valle Cuántico*, un título que admito que elegí principalmente porque mi cerebro decidió hacer cortocircuito cuando me pedían algo "brillante", y, sinceramente, me dio pereza encontrar una imagen realmente única para la portada, así que simplemente le puse "Webnovel" a una edición genérica. Por cierto, no confundan eso con que estoy nadando en dinero; sigo siendo un humilde **autor novato sin contrato**, para nada *nada* de dinero como una fantasía de Tío Gilito.
Con *Elias*, busco algo diferente. A muchos les atrae, no porque sea necesariamente la trama más innovadora jamás concebida, sino porque realmente intento fundamentarla en un sentido de **realismo y disfrute**. Construir un mundo verdaderamente creíble no se trata de añadir un montón de elementos "geniales" y esperar lo mejor. Se trata de investigar minuciosamente el comportamiento humano, pasado y presente, comprendiendo los sutiles matices que hacen a las personas... bueno, a las personas. Créanme, hubo momentos en que mi creatividad se paralizó, mirando una pantalla en blanco, preguntándome si alguna vez volvería a escribir una frase coherente. Pero uno sigue adelante, busca información, observa.
No pretendo que *Elías* sea un profundo tratado filosófico diseñado para resolver los problemas del mundo. Mi objetivo es mucho más simple: crear una **historia disfrutable** que no te moleste ni te haga cuestionar tus decisiones vitales. No se trata de someterte al horror cotidiano de la escuela, el trabajo y la explotación sin fin en la vida real. No, no. Mis libros están aquí para tus **fantasías más curiosas**.
*Elias* se ambienta en un mundo desafiante, sí, pero uno que parece **posible**, poblado por humanos de carne y hueso que navegan por sus complejidades. Buscamos algo más profundo que el típico cliché de "ir a la escuela, conseguir un trabajo, ser explotado". Es difícil, pero creo que se puede lograr. Es un mundo donde las dificultades son reales, los personajes se sienten vivos y la aventura, incluso en sus momentos de calma, te mantiene enganchado.
Así que abróchense los cinturones, disfruten el viaje y gracias por darle un clic a este autor novato.