La vida de Peter Parker se había vuelto un intrincado ballet de malabarismos, pero a diferencia de su contraparte original, él era el coreógrafo principal. Sus horas se dividían entre las clases, las tareas, sus "trabajos" en Tech Solutions Inc., y sus patrullas nocturnas como Spider-Man. Para mantener todo en secreto, necesitaba una coartada infalible, y ¿qué mejor coartada que la que ya estaba construyendo para sí mismo? Su genio.
"Peter, ¿vas a la biblioteca de nuevo esta noche?" preguntó Aunt May, una tarde, mientras él se preparaba para salir. La preocupación en su voz era genuina, pero también mezclada con orgullo.
"Sí, tía May," Peter sonrió. "Hay una competición de robótica a nivel estatal el próximo mes, y estoy trabajando en un nuevo algoritmo para el sistema de navegación. Requiere acceso a los servidores de la universidad, y solo puedo usarlos después de las seis."
Era una verdad a medias, la mejor clase de mentira. Peter sí estaba trabajando en un algoritmo. Un algoritmo para sus pequeñas arañas rastreadoras, que esperaba implementar para mejorar su sistema de vigilancia criminal. Y sí usaba los servidores de la universidad, pero no solo para robótica. Los utilizaba para investigar patrones de delincuencia, para mapear las redes de alcantarillado (rutas de escape perfectas para Spider-Man) y para acceder a bases de datos científicas que lo ayudaban a refinar su telaraña y su traje.
Su repentina explosión de brillantez académica no solo era una coartada, era también una fuente de oportunidades. Los profesores lo adoraban, las becas se acumulaban, y la atención de la escuela era una cortina de humo perfecta. Si pasaba horas encerrado en su habitación, era porque estaba "inventando algo revolucionario para la feria de ciencias". Si desaparecía durante las noches, era porque estaba en "sesiones de estudio avanzadas" o "trabajando en un proyecto clasificado en Tech Solutions".
Incluso su relación con Harry Osborn y Gwen Stacy se beneficiaba de esto. Pasaba tiempo con ellos en la escuela, participando en clubes académicos y ayudando a Harry con sus tareas de química (para consternación de Harry). Esto no solo lo mantenía conectado con sus amigos, sino que también reforzaba la imagen de "Peter Parker, el cerebrito", dejando poco espacio para sospechas.
Un día, el director del instituto lo llamó a su oficina. El corazón de Peter dio un vuelco, pensando que quizás había sido demasiado obvio.
"Peter," dijo el director, con una sonrisa amplia, "estoy muy impresionado con tu rendimiento. La junta escolar está considerando recomendarte para el programa de 'Jóvenes Visionarios' de la Universidad Empire State. Implicaría más tiempo en el campus, acceso a laboratorios de investigación y la posibilidad de trabajar en proyectos de vanguardia."
Peter apenas contuvo una sonrisa. ¡Era perfecto! "Sería un honor, señor. Me encantaría esa oportunidad."
Esto no solo le daría acceso a recursos aún mayores para su vida como Spider-Man, sino que también le proporcionaría una coartada sólida como una roca para sus actividades. ¿Horas en los laboratorios de la universidad? ¿Inmerso en la investigación? ¿Quién sospecharía que en realidad estaba desarrollando un sistema de alerta temprana para crímenes o diseñando guanteletes mejorados para sus telarañas?
Peter Parker no solo era un superhéroe; era un estratega maestro. Cada movimiento, cada decisión, cada "mentira" bien colocada, era parte de un plan más grande. Su intelecto era su mayor superpoder, tan formidable como su fuerza y su sentido arácnido. Y con cada día que pasaba, se sentía más en control de su destino y del destino de la ciudad que juró proteger.