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Chapter 37 - Capítulo 37: El Nido del Terror y la Preparación para la Tormenta

La información comenzó a fluir. Lester, con su red de espionaje digital, interceptó comunicaciones encriptadas que hablaban de "el regreso a la fuente", una frase repetida por los miembros del Frente Patriótico del Sur. Franklin, a través de sus contactos en el desierto, oyó rumores de un rancho abandonado en las profundidades de Harmony, un lugar que de repente tenía una afluencia inusual de vehículos militares viejos y hombres armados. La información de Trevor, que había logrado sabotear un cargamento de suministros en una carretera rural, confirmó la ubicación del rancho.

El "regreso a la fuente" no era una base operativa temporal. Era su santuario, un lugar de entrenamiento y almacenamiento. Michael sabía que la bomba del arma prototipo estaba allí.

Michael, Lester, Franklin y Trevor se reunieron en la oficina de ByteWare Solutions, los mapas satelitales del rancho proyectados en la pantalla principal. Las defensas eran rudimentarias pero efectivas: torretas automáticas, patrullas armadas y un terreno accidentado que dificultaba cualquier aproximación directa.

"Esta gente no es estúpida, Michael", dijo Lester, señalando un punto en el mapa. "Han fortificado esto. Y su ideología los hace peligrosos. No se rendirán fácilmente."

"Exactamente", asintió Michael. "Y esa es nuestra ventaja. Son fanáticos. La lógica no los rige. La adrenalina sí."

El plan de Michael fue audaz, diseñado para explotar la convicción ideológica de los nacionalistas y su deseo de una confrontación apocalíptica, en lugar de un sigilo silencioso.

Fase 1: La provocación y la disrupción digital (Lester)

"Lester, necesito que hackees las comunicaciones de los nacionalistas", instruyó Michael. "No para espiarlos, sino para enviarles mensajes. Mensajes falsos de radio del gobierno, órdenes contradictorias, rumores de ataques inminentes en sus bases menores. Quiero que se vuelvan paranoicos, que piensen que están siendo atacados por todas partes, que el gobierno está desplegando sus fuerzas."

Lester sonrió, era su tipo de juego. "Desestabilización cognitiva. Me gusta. Los haré dudar de su propia sombra."

Fase 2: El señuelo y el reconocimiento de fuego (Franklin y Trevor)

"Franklin, Trevor, esta es la parte peligrosa", continuó Michael. "Van a crear una distracción. Una gran distracción. En el rancho. Pero no en el centro. Quiero que ataquen uno de sus perímetros de seguridad, el más alejado de la base principal. Una escaramuza de alto impacto. Que los haga salir, que piensen que el ataque principal está ahí. Franklin, tu puntería será crucial para neutralizar cualquier amenaza a Trevor. Y Trevor... vas a soltar la bestia. Pero solo en el perímetro."

Trevor sonrió salvajemente. "¡Una buena pelea! ¡Al fin!"

Michael lo miró fijamente. "Controlado, Trevor. Controlado. La idea es hacerlos salir del nido, no quemarlo todo. Y no queremos bajas civiles, solo bajas operativas."

Fase 3: La infiltración quirúrgica y la recuperación (Michael)

"Mientras ellos están ocupados con la distracción, yo entraré. Lester me dará un acceso digital. Me moveré rápido, recuperaré el arma y me iré. Necesito que estén tan distraídos que no me vean llegar, ni salir."

El día del ataque, la tensión era palpable. Los cielos de Blaine County estaban cubiertos por nubes bajas, prometiendo una tormenta, una metáfora perfecta para lo que se avecinaba. Michael estaba en su vehículo de comando, coordinando con Lester, quien ya había comenzado a sembrar el pánico digital entre las comunicaciones del Frente Patriótico.

Las radios de los nacionalistas crepitaban con mensajes confusos: informes de tropas en movimiento, avistamientos de drones fantasmas, y órdenes de "defensa total" que los enviaban en direcciones opuestas. La paranoia era palpable en sus transmisiones.

Franklin, posicionado en una colina cercana con un rifle de francotirador, dio la señal. Trevor, con un fusil de asalto en mano y una sonrisa de dientes afilados, se lanzó contra el perímetro señalado. No hubo sutilezas. Disparó a las torretas, derribó vehículos de patrulla y se enfrentó a los guardias con una ferocidad desmedida, creando un infierno localizado. Los gritos de los nacionalistas, que creían estar bajo un asalto masivo, resonaron en el rancho. Franklin cubrió a Trevor, neutralizando a los refuerzos que intentaban acorralarlo.

Mientras el caos se desataba en el perímetro, Michael se deslizó por un acceso lateral que Lester había desbloqueado digitalmente. El rancho, aunque fortificado, estaba vacío en sus áreas clave, con la mayoría de los guardias corriendo hacia la fuente de la "invasión". Michael se movía con la precisión de un fantasma, navegando por los pasillos con su pistola silenciada lista.

Encontró el búnker subterráneo que Lester había identificado como el probable lugar de almacenamiento del arma. La entrada estaba protegida por un sistema de seguridad de última generación, pero Lester, a distancia, lo deshabilitó. Michael entró.

Allí estaba: el prototipo del arma, ahora más imponente y amenazador que nunca. Lo aseguró cuidadosamente en un contenedor especial que había traído. Justo cuando se disponía a salir, escuchó voces acercándose. Un grupo de nacionalistas, quizás alertados por el silencio inusual en esa área, se dirigía hacia el búnker.

Michael sabía que no podía haber confrontación. Tenía que ser indetectable. Se escondió en las sombras, su respiración contenida, mientras los nacionalistas entraban en el búnker, buscando cualquier signo de intrusión. Estaban a centímetros de él, su retórica furiosa resonando en el pequeño espacio. Michael contuvo el aliento, su arma lista, pero esperando.

De repente, la voz de Lester resonó en su comunicador. "Michael, la retirada de Trevor y Franklin está en curso. La policía local y el FIB están en camino, alertados por la 'transmisión de emergencia' que planté. Necesitas salir, ¡ahora!"

Michael vio su oportunidad. Mientras los nacionalistas se distraían con el informe de Lester, se deslizó por detrás de ellos y salió del búnker tan silenciosamente como había entrado. Corrió hacia el punto de extracción, una camioneta sin marcar esperando.

Trevor y Franklin ya estaban en camino, dejando un rastro de caos contenido a su paso. La policía y el FIB se dirigían al rancho, directamente a la trampa que Michael había tendido. Los nacionalistas, acorralados por la fuerza de la ley, serían capturados y la evidencia, las armas y los planes, serían incautados. Y Michael De Santa, el magnate del Diamond Casino, no estaría en ningún informe.

Michael se reunió con Dave Norton horas después, en un lugar discreto. Le entregó el contenedor con el arma prototipo.

"Lo tienes, Dave", dijo Michael, su voz agotada pero satisfecha. "El arma. Y el rancho. La mayoría de ellos estarán en tu custodia en cuestión de horas. Los nacionalistas. Un golpe limpio para el FIB."

Dave abrió el contenedor, sus ojos se ensancharon al ver el prototipo. Una rara sonrisa se asomó a su rostro. "Michael... no sé cómo lo hiciste. Pero lo hiciste. Esto es enorme. Tendrás la protección que quieras. Una pizarra limpia."

Michael asintió. "Eso espero, Dave. Porque este juego se está volviendo cada vez más peligroso."

De regreso en la mansión, Michael miró a su familia, durmiendo pacíficamente. El Diamond Casino se alzaba brillante en el horizonte de la ciudad. Había desmantelado una amenaza terrorista, había asegurado su posición con el FIB y había protegido a su familia. El renacido Michael De Santa no solo estaba jugando las cartas que le habían dado; estaba doblando la mesa.

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