Pronto comenzaron a llegar los invitados, como anfitrión tuvo que saludarlos a todos, los primeros en llegar fueron la familia Phenex, señor y señora Phenex junto a su primer hijo Ruval Phenex, con educación y ética impecable los recibió, les pareció un chico encantador, tuvo que dejarlos porque llegaban más invitados, llegaron los Marbas, los Valefor, la casa Ipos, los Andras, la familia Bael, la familia Agares, luego llegó la familia Gremory, luego Lord y Lady Gremory fueron acompañados por su hijo Sirzerchs Gremory, un brillo de intriga apareció en los ojos de Daemon.
Su nombre era inquietantemente familiar, luego vino la casa sitri, con su hija serrafall sitri, luego como un relámpago un recuerdo vino a la mente de Daemon, ahora entendía por qué estos nombres le eran familiares, estaba en un mundo de anime o al menos eso parecía, ya que recordaba este anime es de secundaria DxD era un shonen con mucho ecchi y un protagonista afortunado pero idiota.
Daemon solo podía sonreír con más emoción, si su conjetura era cierta, no pasaría mucho tiempo antes de que el infierno fuera un caos, luego vino la casa Astaroth, junto con su hijo Ajuka Astaroth, ahora estaba convencido, luego vinieron los hijos de los regentes actuales, el hijo de Belcebú, el hijo de Asmodeo y el hijo de Asmodeo, Daemon se encargó de saludarlos y dejar una buena impresión para todos, después de todo él sería su próximo gobernante, la fiesta terminó sin problemas, pero Daemon sintió la crisis de tener que ser más fuerte rápidamente.
Durante estos 5 años Daemon mejoró mucho su control de la magia, aunque a veces provocaba explosiones por descuido, también conoció a una chica realmente bonita que al parecer trabaja en la granja de su mansión, que está a unos 80 metros de su jardín, un día acaba de salir a explorar los alrededores y la vio cargando un cubo de agua, Llevaba un vestido muy bonito, con lo que parecía un delantal, su cabello le llegaba un poco por debajo de los hombros, sus piernas eran largas, su piel blanca era encantadora, Daemon vio cómo el sudor corría por su cuello y no pudo evitar tragar. El vestido acentuaba su figura, aunque no tenía grandes atributos definitivamente era sexy, por primera vez en esta vida, Daemon se sintió emocionado. No perdió mucho tiempo en acercarse a ella, corrió un poco mientras gritaba un saludo "HOLAAA" la chica se detuvo y volteó para ver quién la saludaba, notó a un chico muy guapo corriendo hacia ella, se sonrojó un poco pensando qué querría, Daemon tenía 12 años en ese momento pero parecía un joven bien desarrollado de 15 años, Sus ojos violetas eran encantadores sumados a su exótico cabello plateado, era una bomba, estaba seguro de que en unos años sería un verdadero semental.
En un segundo, Daemon estaba frente a la chica, para no incomodarla la saludó con una sonrisa. "Hola, mi nombre es Daemon, ¿cómo se llama señora?" Con un leve rubor la chica respondió "Hola Daemon, soy Lamia, encantada de conocerte" lo dijo con una sonrisa radiante, no sabía por qué, pero Daemon sintió que su corazón latía un poco más fuerte al verla sonreír.
"¿Por qué no me dejas ayudarte a cargar ese balde, se ve pesado?" Dijo Daemon sin esperar una respuesta para mover su mano hacia el balde, la chica un poco avergonzada bajó la cabeza y dijo "no te preocupes Daemon, es mi trabajo". Aun así, insistió Daemon, la chica no quería negarse más, los dos caminaron por un sendero hacia la granja, en el camino Daemon estaba un poco nervioso, hacía mucho tiempo que no coqueteaba con una chica, necesita desoxidar sus viejas técnicas. "Entonces... ¿Vives cerca de la granja?", preguntó Daemon. "Sí, vivo con mi madre al otro lado del río, hay un puente después de las cosechas", respondió Lamia. -¿Te gusta vivir por aquí?- preguntó Daemon, lamia miró hacia abajo, su expresión se volvió oscura y deprimida. "Es bonito, pero mi madre ha estado muy enferma donde vivimos de noche, no podemos protegernos del frío intenso, sumado al trabajo mi madre no ha podido levantarse de la cama en toda la semana, estoy muy preocupada, tuve que hacer más turnos en la granja para curar a mi madre, además no tenemos suficiente dinero para comprar medicinas" sin esperar, Lamia comenzó a contarle sus problemas a Daemon, supuso que era un momento vulnerable, definitivamente lo aprovecharía, el problema es que ahora Lamia parecía estar a punto de estallar en lágrimas. Daemon se acercó a ella debajo del cubo y le tocó el hombro muy suavemente. -No te preocupes, todo va a estar bien- dijo atrapándola en un abrazo, como si un dique se derrumbara las lágrimas de Lamia comenzaron a caer y Daemon la consoló, unos minutos después Lamia se había calmado.
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