Cherreads

Chapter 40 - Capítulo 39:

Lenear se sentía consternado. A simple vista, el no reconoció el objeto que posaba en las manos de Marlock, solo al detallarlo pudo darse cuenta de lo que era. Ese objeto era algo que ni el poseía el derecho de obtener una información más profunda de sus orígenes.

Lenear de lo único que sabía era de sus simples usos y del nombre. No sabía de dónde provenía, quien lo había forjado y mucho menos sabía dónde podía haber estado.

—¿Te sorprende ver la suerte que poseo? —se burló Marlock con una sonrisa llena de arrogancia-

—. Así es, mi querido amigo. Lo que tengo en mis manos no es más que el rumoreado, brazalete de sangre.

Al escuchar las palabras llenas de suma arrogancia y presumida de Marlock, Lenear pudo confirmar sus sospechas. Lo que Marlock tenía era un objeto mágico, creado por un experto forjador. Un objeto mágico ayudaba a su portador a aumentar o mejorar enormemente cualquier cosa a la hora de tener una lucha.

Ese podía ser la explicación más sencilla que Lenear podía saber de un objeto mágico. El no era ningún mago, el no había despertado el tan deseado y rumoreado núcleo de maná. Lenear al ser un simple mortal sin cualidades especiales, se enfocó en mejorarse así mismo y ser fuerte sin la necesidad de recurrir al sistema mágico.

Lenear no tenía tiempo para aprender o indagar en cosas mágicas, por lo que solo sabía lo más básico de lo básico.

La única que podría saber más que Lenear, sería Susan, pero ella estaba algo lejos del lugar donde Lenear y Marlock estaban luchando y también estaba muy concentrada en sanar a los guardias que podía.

—Supongo que la vida aún te sonríe, pero no te alegres, la sonrisa que te da la vida no es más que de burla —le refutó Lenear inmediatamente burlándose de Marlock—. Si bien puedes usar ese objeto, una cierta cantidad de años de vida se te esfumaran de tus hombros. ¿Piensas que el nombre del brazalete es para sonar genial?

Marlock tenía una sonrisa burlona en su rostro, pero al escuchar a Lenear, esa sonrisa desaparecido. Claramente las palabras de Lenear llevaban un peso de verdad, pero aún así Marlock no se sintió dudoso de querer usar el brazalete.

—No soy estúpido, Lenear. Se lo que intentas hacer, y se el efecto que causa el brazalete —respondió Marlock mientras miraba el brazalete seriamente y se lo colocaba en su muñeca izquierda—. El brazalete te aumenta la velocidad, la fuerza y la agilidad notablemente. Para alguien como yo que ya soy alguien fuerte, la mejora que me brindará el brazalete me vendrá muy bien. La cuestión está en que para activarla, tiene que estar succionando mi sangre.

—¿Aún sabiendo eso, piensas arriesgarte? Definitivamente estas loco hasta la médula. Cada vez que uses ese brazalete, estará tomando tu sangre hasta que lo dejes de usar. Eso poco a poco estará acortando tu vida, no cabe duda de que eres un completo imbécil —reforzó Lenear sus palabras.

—Lenear, ¿que tanta mierda hablas?, si la sangre de la pantera dientes de acero causa casi los mismos efectos que el brazalete. Al beber de esa sangre, tu velocidad y agilidad aumentarán también, la cuestión está en que la sangre poco a poco te estará devorando —Marlock confesó mientras se reía maliciosamente—. La diferencia entre mi carta de triunfo y la tuya, es que yo si seguiré vivo después de usarla.

La simple idea de saber que, aunque Lenear hará todo lo posible por matarlo y al final caer muerto, le daba a Marlock una gracia enorme.

Lenear por otro lado, no pudo evitar colocar un semblante oscuro y sombrío. Sin querer perder más el tiempo en charlas inútiles, con el pulgar destapó la botella y se bebió toda la sangre que había. Lo único que quedó fue la marca de la sangre en la botella.

Lenear arrojó la botella y con un tono serio, le dijo a Marlock:

—¿Y quién te dijo que tú seguirías vivo después de esta pelea?

Marlock miró seriamente a Lenear y con su espada, se hizo una herida justo unos milímetros del brazalete. La sangre se suponía que debía de caer al suelo en gotas, pero lo que pasó fue que el brazalete atrajo la sangre sin dejar derramar una gota.

El brazalete cuando tocó la sangre de Marlock, empezó a brillar y las líneas que tenía grabadas tomaron un brillo rojizo.

Marlock al instante, empezó a sentir como su cuerpo se fortalecía y como los vasos sanguíneos se resaltaban en todo su cuerpo. Marlock se sintió extasiado y eufórico. Él jamás en la vida se había sentido tan bien, el deseo de querer seguir usando el brazalete en el futuro cruzó su mente y se quedó grabado allí.

Una sonrisa llena de satisfacción se apoderó de su rostro y sin aguantar más, soltó un fuerte rugido.

—¡Veamos quien seguirá vivo después de esta pelea, Lenear! —gritó Marlock lleno de exitación.

Lenear solo soltó un bufido y se lanzó hacia Marlock. El choque de sus espadas fue rechinante y fuerte.

El rugido y el grito de Marlock había aturdido tanto a los bandidos como a los guardias a su alrededor. El sonido metálico de las espadas hacia que los oídos sumbaran. Los que estaban luchando al rededor no tuvieron más opción que retirarse.

La velocidad y la ferocidad que demostraba Marlock era notable para todos, pero Lenear también mostraba una agilidad y velocidad sorprendentes.

Susan, quien se encontraba lejos de Lenear, se sintió preocupada. Ella echó un vistazo a la pelea y después apartó la vida. Se sintió abrumada de ver tanta ferocidad en una batalla de vida o muerte de un compañero que convivio con ella desde hace mucho tiempo.

••••

Albert no quiso prestar mucha atención a su alrededor, suficiente tenía ya con pegarle un ojo a su hijo y al enemigo al que se enfrentaba. Albert sin dudarlo le dió más prioridad a Light que a cualquier otra cosa que sucediera a su alrededor.

Aron por otro lado, apenas podía manter una lucha constante con su enemigo. El pobre no tenía chance de mirar a su hijo, simplemente estaba dando todo para poder derrotar a Klarer.

Tal situación no pasó desapercibido por cualquier bandido que se encontraba cerca del lugar. Ellos sin importar que, se lanzarian hacia Aron. Para suerte de él, Light estaba cerca.

Light rápidamente notó lo mal que le estaba yendo al padre de Adam por lo que decidió ayudarle con los bandidos que corrían a su dirección. Además, los que iban no eran muchos, ya como máximo se le iban 2.

Light lo único que hacía era detenerlos y cortar cualquier parte vital del cuerpo, ya sean tendones y herirlos para luego llevarlos a cualquier guardia que estuviera cerca para que ellos dieran el golpe final.

Light a pesar de ver cómo miembros de su pueblo morían o como los bandidos eran decapitados, no se sentía con el valor o el coraje suficiente como para arrebatar una vida así como así. Ya mucho hacia con controlar el pánico y las náuseas que le provocaba la zona de batalla.

Si bien Light pudo asesinar al lobo salvaje que se topó en el bosque, esa ocasión se debió a una situación desesperada de vida o muerte. No solo eso, a lo que Light se enfrentaba era a una bestia, una criatura que simplemente vivía para cazar y causar estragos sin remordimiento alguno.

Al saber eso, no se sentía tan culpable en el momento que lo asesinó. Incluso gracias a eso, él podía manejar la situación actual en el pueblo con tantas muertes y sangre esparcidas.

Pero aún así, se le era algo imposible evitar el sentirse mareado por tanto alboroto y hedor a sangre. Light hacia lo mejor que podía para no ser un estorbo y hacerle saber tanto a su padre como a su pueblo, que él también podía ser de mucha ayuda.

Light eligió el camino de la imprudencia siendo prudente. A estas alturas, nadie estaba en condiciones de reprocharle o darle sermones. Albert estaba más atento a su hijo que a su propia pelea.

Ese nivel de concentración que logró Albert, sin duda era de admirar.

La agilidad y buen manejo de movimientos ayudó mucho a Light. Si destreza en el combate plasmó pensamientos de dudas en los bandidos sobre si ese niño era alguien normal. Al ver la facilidad con la que son tratados y asesinados gracias a Light, las ganas de querer atacarlo cada vez eran menos.

Aron se sintió aliviado. La fuerza y el dominio total de su pelea lo llevaba Klarer, él apenas podía lograr mantenerse de pie. Con Light brindándole el apoyo desde su espalda, podía concentrase mejor y así tomar el control de la pelea.

Klarer noto rápidamente la situación y con una voz de enojo y reclamo, gritó:

—¿Que carajos creen que hacen? ¡Maten a ese niño de una vez por todas!

Algunos bandidos se miraron los rostros y la duda se les hacía notar. Era obvio que no se sentían con ánimos ni confianza para asesinar a un niño de 5 años.

—Háganse a un lado, cuarteto de niñas —resonó una voz un tanto grave a espalda de los cuatro bandidos que estaban mirándose entre sí.

Antes de que ellos pudieran darse la vuelta para ver de quién se trataba, dos manos lograron apartar de mala manera a dos de ellos.

Un sujeto un poco alto, con una contextura de músculos no tan anchos pero si lo suficiente como para notar lo bien formado de que estaba. Su piel grisácea le dió una característica frívola y sus ojos eran filosos y amenazantes.

—Brostor —dejó escapar entre susurros un bandido.

—¡Brostor, acaba con ese niño. Descuartizalo si es necesario! —ordenó Klarer mientras que con una patada en el abdomen, derribó a Aron.

Aron en el suelo mientras se levantaba rápidamente, miró al bandido que se le acercó a Light.

—¡Light, corre, lárgate de aquí! —le advirtió Aron.

Albert escuchó el escándalo y volteó. Él también pudo observar al bandido de piel grisácea, sabía por instinto lo peligroso que era ese sujeto. Albert no podía quitarse a su enemigo fácilmente, por lo que solo pudo gritarle a su hijo también.

—¡Light, huye de ese sujeto, si es posible, huye de esta batalla, ya has hecho suficiente! —la voz de Albert llevaba un tono de preocupación y regaño al mismo tiempo.

—Que no te distraigas conmigo, reverendo imbécil.

Sorco ya se sentía harto de ver cómo ese tal Albert se daba aires de libertad en plena lucha. Él pensó que su presa sería un objetivo fácil, pero no resultó como esperaba.

Aprovechando la distracción que tuvo Albert, Sorco flexionó un poco las piernas y como su cuerpo era en encorvado, logró tener un movimiento audaz y rápido. Con la espada corta de su mano derecha, intentó cortarle la cabeza a Albert.

Sin embargo, las palabras que soltó alertaron a Albert y este rápidamente reaccionó alejando todo su cuerpo hacia atrás. La espada corta le rozó la mejilla izquierda dejándole una cortada un poco profunda.

—Maldito suertudo —refutó Sorco.

Brostor ignoró cada grito de advertencia que le daban a Light, él solo se acercaba con una sonrisa siniestra mientras de sus bolsillos, sacaba dos empuñaduras con pullar en cada nudillo.

—Oye, Klarer —soltó Brostor mientras se posicionaba frente a Light—. Que seas el hijo del jefe no te da el derecho de poseer voz de mando sobre mí.

—Cállate y matalo —le contesto Klarer.

—Cállate tú, y acaba con el juguete de madera que tienes de oponente —le devolvió Brostor.

Light escuchó claramente los gritos de su padre y de Aron. Pero por alguna razón, algo le decía que se quedará, que no se fuera. Ese algo era un hormigueo en el pecho, una sensación que le daba esas intensas ganas de hacerle frente a ese sujeto llamado Brostor.

Con una sonrisa, Light tomó una posición de ataque.

—Lo siento, padre —fue lo único que respondió Light.

Albert ya no podía hacer nada, simplemente rezó para que su hijo saliera ileso.

—Si que eres un niñato imprudente y lleno de pensamientos suicidas, te mataré y degollare, muchacho —se burlo Brostor mientras se reía de forma siniestra.

Light se lanzó al ataque y con una estocada rapida y certera, apuntó a la parte baja de su abdomen. La diferencia de altura entre Light y Brostor era mucha.

Brostor era un adulto alto y con una musculatura sobresaliente. La experiencia que tiene en combate y la brutalidad con la que ataca supera por mucho a Light.

—Opale —dijo Brostor con una sonrisa un poco sorprendido.

Brostor había bloqueado la estocada de Light con la empuñadura que llevaba en su mano derecha.

Light sintió como la fuerza que ejercía Brostor no lo dejaba avanzar más. Estando en una situación donde él mismo presenciaba la fuerza de su oponente, lo hizo darse cuenta de que ahora mismo, estaba luchando contra algo igual de amenazante que el joven lobo salvaje.

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