"¿Yugao-san?" - dio Kurama mientras miraba a la hermosa, pero desaliñada estudiante de cabello morado de Kushina - "¿Qué haces aquí?"
"Necesito hablar contigo" - respondió Yugao con un rostro serio en su rostro.
Dos días habían pasado desde que Ino y Kurama habían tenido su primera 'noche' juntos, tiempo en el que Ino había sido recibida con los brazos abiertos.
"¿Hablar?" - repitió Kurama con el ceño fruncido - "Eso es raro, normalmente me ignoras, como al resto de Konoha"
Yugao agachó la cabeza porque sabía que su actitud no era la mejor, así que estaba esperando a que el chico de cabello rojo se negara a hablar con ella.
"Claro, pasa" - respondió Kurama mientras miraba a la chica porque sentía que algo había cambiado en ella.
Yugao se sorprendió, solo para darse unas cuantas cachetadas en las mejillas para recuperar la compostura, y seguir al joven hacia su ordenada oficina.
"Ok, aquí podemos hablar sin que nadie nos interrumpa" - dijo Kurama luego de crear una barrera de sonido para impedir que alguien los estuviera espiando, después de todo, era obvio que Yugao necesitaba hablar de algo importante con él.
"Escuché de Kushina-sama, que el clan Uzumaki es experto en sellos, así como conectarse con el mundo puro debido a su contrato con el dios de la muerte" - dijo Yugao con una expresión seria en su rostro luego de soltar un suspiro para calmar sus nervios.
Kurama entrecerró los ojos porque no se esperó escuchar esto, mucho menos que Kushina le dijera uno de los muchos secretos que el clan Uzumaki tenía oculto - "¿Por qué ella te dijo eso?"
Yugao respondió con silencio mientras agachaba la cabeza.
Kurama mantuvo su respiración estable mientras esperaba, porque sabía que la mujer de cabello morado se rompería ante la presión, después de todo, esto era importante para ella.
"Porque ella reconoció que necesitaba hablar con Hayate para por fin poder avanzar" - respondió Yugao mientras se mordía el labio, maldiciendo el haberse roto tan fácilmente, pero no era como si alguien pudiera culparla.
Kurama nuevamente frunció el ceño mientras pensaba detenidamente - "Viendo que Kushina-chan te dijo sobre esto, supongo que no gano nada con mentir"
El joven de cabello rojo, lentamente caminó hacia un estante cercano y sacó una máscara familiar, la [Shinigami no Kamen] que habían usado durante la invasión de Orochimaru - "Estoy seguro de que viste y sabes qué es esto"
"La máscara del dios de la muerte" - respondió Yugao con el corazón en la garganta porque podía sentir el enorme poder de la máscara - ". . ."
"Normalmente, nosotros usamos esta máscara para impedir que el Shinigami se lleve nuestras almas durante nuestras técnicas prohibidas que tienen conexión con su dominio" - dijo Kurama mientras miraba la máscara antes de mirar a la mujer de cabello morado que parecía querer obtener el objeto místico - "Aunque también tiene otras habilidades, como por ejemplo, crear momentáneas conexiones con el [mundo puro (el reino de los muertos)]"
Yugao empezó a respirar con dificultad mientras intentaba tomar la máscara, solo para ver cómo el chico de cabello rojo la alejaba con una expresión seria - ". . ."
"Escucha, no es por sonar como alguien horrible, pero no encuentro motivos para dejarte usarla" - dijo Kurama con el ceño fruncido - "Más cuando esta máscara es peligrosa en las manos equivocadas"
"¡Puedo ofrecer cualquier cosa, incluso mi vida, solo quiero hablar una última vez con mi amado!" - exclamó Yugao con los ojos rojos por las ganas de llorar - "¡Ofrezco mi alma, mi vida, mi cuerpo, todo para poder ver a Hayate una última vez!"
"¿Crees que nosotros necesitamos la vida de alguien que posiblemente se suicide en cualquier segundo luego de conseguir lo que desea?" - preguntó Kurama con desdén mientras negaba con la cabeza - "Puedo verlo, el aura de muerte que rodea tu cuerpo"
Yugao se sorprendió de escuchar esto, solo para agachar la cabeza - ". . ."
Kurama se quedó en silencio, observando a la mujer por unos cuantos minutos más antes de soltar un suspiro - "Ok, voy a usar la máscara para llamar a Hayate Gekko, acepto el contrato que ofreces, pero tengo que advertirte..."
Yugao levantó la cabeza, sorprendida por el cambio de actitud del chico, solo para congelarse cuando vio cómo sus ojos de diferente color la estaban mirando con una frialdad que congeló su alma.
"Un contrato usando como intermediario la máscara del Shinigami, es uno que no puede romperse, si no cumples tu parte, entonces tu alma será consumida por el dios de la muerte, siendo torturada por el resto de la eternidad" - finalizó Kurama mientras entrecerraba los ojos - "Eso significa, que si hablas con Hayate Gekko, y no cumples tu promesa, entonces tu alma no podrá ir al [mundo puro], y pasará toda la eternidad en el limbo del castigo infinito del dios de la muerte"
Yugao abrió los ojos, pálida por el miedo porque sentía que el joven pelirrojo no estaba mintiendo - ". . ."
"Toma tu tiempo para pensarlo" - dijo Kurama mientras notaba cómo la mujer de cabello morado agachaba la cabeza, pensando en qué hacer.
Los minutos pasaron lentamente, hasta que Yugao decidió aceptar el contrato, solo para sentir cómo unas cadenas rodeaban su alma.
Kurama no dudó, él rápidamente se puso la máscara antes de concentrar su chakra para crear la conexión.
Yugao lo miró escéptica, solo para sentir cómo el aura de Kurama cambiaba drásticamente a una familiar, inconfundible - "Tú... Hayate-kun..."
[Yugao... ¿Qué fue lo que hiciste?] - murmuró Kurama, no, él no era el dueño de su cuerpo, porque incluso su voz había cambiado a una familiar para la chica - [¿Por qué?]
"¡Hayate-kun!" - exclamó Yugao con lágrimas en los ojos - "¡Te he extrañado tanto!"
Hayate, quien estaba usando el cuerpo de Kurama, simplemente soltó un suspiro pesado mientras negaba con la cabeza - [Yugao, he estado observándote, rezando porque por fin pudieras dejarme atrás, pero solo he visto cómo te destruyes con cada día que pasa, al punto de hacer un pacto con una entidad que no deberías haber tocado...]
Yugao sintió cómo su cuerpo se congelaba con las gélidas palabras de su amado - "Y-Yo..."
[Yugao... yo nunca quise nada de esto] - murmuró Hayate mientras se mordía el labio con un tono lleno de reproche - [Sí, me dolió dejarte atrás, pero no tanto como verte matarte lentamente, sin que yo pudiera hacer algo al respecto para ayudarte]
"¡N-No, tú no tienes la culpa de nada de esto, tú fuiste un héroe, sin ti, muchas personas hubieran muerto!" - exclamó Yugao con aprensión porque sentía que estaba mancillando todo lo que su amado había hecho.
[Yugao, no me importaba el resto de Konoha] - dijo Hayate con un claro tono lleno de pesar - [Yo era el último de mi clan, es por eso que mi única familia eras tú, tu vida era más importante para mí que todos los habitantes de Konoha, incluso el Hokage, es por eso que me esforzaba tanto, incluso con mi enfermedad, para poder cumplir mi misión y estar a tu lado]
Yugao se quedó en silencio porque no se esperaba esta honesta revelación por parte de su fallecido amante. Ella rápidamente empezó a sollozar porque no esperaba escuchar esto, haciendo que en el proceso ella se sintiera el doble de peor que antes.
[Escucha, Yugao-chan] - dijo Hayate con un tono ligeramente más serio - [Porque no me queda mucho tiempo debido a que este cuerpo, incluso siendo tan fuerte, no puede resistir por mucho tiempo la conexión entre el mundo de los vivos y el de los muertos]
Una expresión de pánico invadió el rostro de Yugao, quien rápidamente tomó las manos de Kurama, quien servía como contenedor para el alma de su amado.
[Por favor, avanza, no sigas destruyendo tu vida por alguien que ya no puede estar a tu lado] - murmuró Hayate mientras apretaba las manos de su todavía viva novia - [Sé que duele, pero tienes que continuar viviendo, si no es por ti, entonces que sea por mí, vive una vida plena, una que puedas decir que fue maravillosa, consigue a otra persona que te haga feliz, alguien que pueda cumplir lo que yo no pude...]
"¡NO!" - exclamó Yugao con lágrimas en los ojos - "¡No puedo olvidarte!"
[No necesitas hacerlo] - respondió Hayate con un tono compasivo mientras acariciaba el rostro de su amada - [Nadie dice que tienes que olvidarme, solo necesitas abrir tu corazón, y hacer que alguien más entre, tal vez no ahora, pero en el futuro, así cuando nos volvamos a reunir, puedas decirme lo feliz que viviste, porque yo te recibiré con los brazos abiertos, feliz de verte con una sonrisa]
Yugao negó con la cabeza mientras sollozaba con más fuerzas.
[Supongo que se nos acabó el tiempo...] - dijo Hayate con un tono triste - [Nos vemos en el futuro, Yugao-chan, y por favor, que no sea tan pronto]
"¡Hayate-kun!" - exclamó Yugao al ver cómo el cuerpo de Kurama se congelaba antes de caer inconsciente con la máscara todavía puesta, lo que causó que la chica rápidamente llamara a las demás habitantes de la mansión para ayudar al líder del clan.
Por segunda vez durante la semana, Kurama había caído inconsciente, solo que esta vez por un motivo diferente.