7 de Marzo y Aleph caminaron tranquilamente por el Sanctum de la Exaltación.
Aleph dejó que su mirada se perdiera unos segundos en el entorno.
Un suspiro escapó de su boca al ver donde los esperaba Dan Heng.
Había estado allí antes. No mucho tiempo atrás, junto a Dan Shu...
Sintió un pequeño peso instalarse en su pecho. Pero rápidamente decidió dejar de lado dichos pensamientos.
No es ella.
No es ella.
Coreó en su cabeza para borrar la imagen de su mente.
"¿Todo bien?" Preguntó 7 de Marzo en voz baja, caminando a su lado.
Aleph asintió con expresión serena.
"Sólo estaba pensando ¿Por qué la nueva ropa de Dan Heng parece un vestido? Aunque no niego que se ve muy bien..."
"¡Lo se!" Los ojos de 7 de Marzo brillaron y Aleph sintió como si hubiera dicho algo que debería haber dicho. "... Y dime Aleph ¿Ver a Dan Heng así te provocó algo?"
Sus cejas se alzaron mientras ella lo miraba con una expresión pícara.
"¿Eh?" Soltó un muy desconcertado Aleph. "¿A que te refieres?"
Antes de que 7 de Marzo pudiera continuar.
...
Frente a él, ligeramente inclinada en una postura de cortesía, estaba una Vidyadhara.
Su porte impecable, su túnica de seda blanca, y su expresión perfectamente neutra no podían ocultar el filo cortante que vibraba en su mirada.
Al verlos acercarse, Huanxi ladeó ligeramente el rostro.
"¡Hola!"
Sus ojos pasaron de Dan Heng a Aleph... y se endurecieron, como si acabara de detectar algo sucio.
Cuando habló, su voz fue fría.
"¿Se podría saber quién es usted?" Dijo sin molestarse en disimular su molestia. "Estoy hablando con el Maestro Dan Heng, harías bien en marcharte y no inmiscuirte en conversaciones ajenas."
Aleph, la miró con desconcierto.
¿Por que esa hostilidad velada?
Abrió la boca para replicar, pero Dan Heng se le adelantó.
"Aleph es un querido amigo e invitado." Dijo, cada palabra precisa como un golpe de martillo sobre piedra. "Si tienes un problema con eso... resuélvelo conmigo."
Huanxi parpadeó lentamente, como midiendo el valor de responder. Finalmente, se limitó a acomodarse un pliegue en su manga.
"Por supuesto." Comentó Huanxi. "Un huésped siempre refleja a su anfitrión."
Dedicó a Dan Heng una última reverencia corta y a Aleph y 7 de Marzo una mirada que habría congelado el mar, antes de retirarse sin prisa, su figura desapareciendo entre los corredores.
Cuando la distancia fue segura, 7 de Marzo soltó el aire que había estado conteniendo.
"Bueno..." Murmuró. "Creo que le caíste bien."
Aleph dejó escapar una leve risa mientras se rascaba la nuca.
"Sí, casi nos invita a tomar el té."
La expresión de Dan Heng no cambio, pero su postura se relajó un poco.
"Vayamos al muelle." Dijo, volviendo a su tono seco habitual. "No vale la pena quedarse aquí más tiempo."
....
Mientras avanzaban, sus pasos resonando sobre la madera barnizada, un grupo de Vidyadharas se hizo a un lado para dejarlos pasar.
Todos excepto uno.
Un hombre alto, de túnica púrpura oscuro bordada en hilos plateados.
Sus ojos se posaron primero en Dan Heng y luego en Aleph y 7 de Marzo, como si evaluara la calidad de unos objetos defectuosos.
No se molestó en disimular su desprecio.
"Vaya." Dijo con voz baja pero perfectamente audible. "El exiliado ha traído consigo a su propia escolta de despojos."
Aleph sintió un cosquilleo en su puño.
A veces, nada es más terapéutico que golpear idiotas.
El Vidyadhara avanzó un paso, acercándose lo justo para imponer sin tocar.
"Si de verdad te importara este lugar." Continuó, sus palabras como veneno goteando de una daga. "Desaparecerías de él. No confundas misericordia con bienvenida. No confundas perdón con olvido."
No esperó respuesta.
Con la arrogancia de quien se cree irrebatible, giró sobre sus talones y continuó su camino, su túnica ondeando tras él.
Fue entonces cuando Aleph extendió el pie.
El Vidyadhara tropezó de lleno, perdiendo toda compostura en una caída que terminó con él estampado contra el suelo.
El sonido seco del golpe pareció resonar más fuerte que los murmullos de la multitud.
Por un segundo, todo el muelle se congeló.
Antes de que la situación pudiera explotar, Aleph tomó las manos de Dan Heng y 7 de Marzo y los llevó al Astroesquife.
"Vamos, vamos." Comentó en voz baja. "El Astroesquife no espera."
***********
Traducelo de español a inglés norteamericano:
"¡Por fin llegaron!" Exclamó, cruzándose de brazos con un leve puchero. "Tardaron tanto que casi pensé que se habían perdido."
Aleph soltó una risa incómoda mientras se frotaba la nuca.
Bailu se detuvo frente a Dan Heng, mirándolo de arriba abajo como si estuviera revisándolo.
"… Esperen ¿Que hace Bailu aquí?" Aleph parpadeo sorprendido miró a Bailu y luego a Dan Heng. "Espera… ¿ella es…?"
Dan Heng asintió como si comprendiera la pregunta no formulada.
"La Gran Maestre."
Aleph parecía bastante sorprendido mientras 7 de Marzo y Dan Heng lo miraban como si estuvieran diciendo "¿Apenas lo notas?"
Bailu miró a Aleph con un puchero.
"¿Y bien? ¿No me diran las razones de su retrasó?"
"Hubo… bastante gente que quería hablar con Dan Heng."
Dan Heng lo miró con una ceja levantada.
"Algunos asesinos intentaron matarme."
Los ojos de Bailu se abrieron como platos.
"¡¿Qué?! ¿Están heridos?"
7 de Marzo soltó un "Hmph" y le dio una palmada en la espalda a Dan Heng.
"¡Por favor! Somos demasiado buenos como para caer ante asesinos tan mediocres."
Al oír eso, Bailu dejó escapar un suspiro de alivio.
Pero pronto su expresión cambió al acercarse a Dan Heng, un brillo travieso en la mirada mientras jugueteaba con la punta de su propia cola.
"¡Tsk! No esperaba menos de ti…" Comentó. Y pronto su mirada curiosa se dirigió hacia Dan Heng. "Pero ¿por qué tú no tienes cola?" Preguntó mientras movía la suya.
Dan Heng guardo silencio, sin saber bien qué responder.
Al final solo bajó la mirada con un suspiro.
.....
Continuando su camino, llegaron al centro de las ruinas.
Dan Heng se adelantó, y la misma escena del mar dividido se repitió una vez más.
"Wow, no importa cuentas veces lo vea siempre será impresionante..." Murmuró Aleph.
"¡Y está vez sí estaba lista!" Comentó 7 de Marzo mientras sostenía una cámara de vídeo. "Ahora Himeko y Pom-Pom también podrán ser parte de la experiencia."
Bailu observó con admiración.
"¡Increible!"
Dan Heng la miró.
"¿Estas lista?"
"¡Si!"
.....
Dan Heng debía sellar el Árbol de Ambrosia… o al menos lo que quedaba de él.
Tras la intervención de Aleph no se sabe cuánto le queda de energía vital o si siquiera puede reponerla.
7 de Marzo se colocó a espaldas de Aleph, con las manos en la cintura y una expresión un tanto complicada.
No pudo evitar suspirar al recordar por qué Dan Heng la había invitado a venir a ella y a Aleph.
A Aleph para tenerlo a la vista y evitar que trate de colarse y absorber lo que queda y a ella porque...
"Debo vigilar que no decida terminar de devorar ese árbol ¿Por qué siento que será más fácil decirlo que hacerlo?"
....
Dan Heng intentó invocar el poder del sello, pero nada sucedió.
Bailu también lo intentó, fruncio el ceño al no obtener ningún resultado.
"¡Agh! ¡La sensación estaba allí! ¡¿Por que no pasó nada?!" Dijo mientras pisaba el piso el suelo con molestia y un puchero.
"¡Apurense, ya no se cuanto tiempo pueda pararlo!" Gritó 7 de Marzo mientras tiraba del abrigo de Aleph.
"¡Noooo!" Gritó Aleph mientras miraba las raíces en forma de Dragón con lágrimas en los ojos, parecía un niño al que tras comprar dulces sus padres se los quitaron. "¡Sabia tan rico! ¿Enserio no puedo sacar un poco más? Sólo un poquito, no sean malos."
"No. Aleph, no."
"¡Que mezquinos son, por eso terminarán calvos y feos, en especial 7 de Marzo!"
"¡¿Por que tienes que maldecirme de esa forma?!"
Dan Heng probó una vez más, cerró los ojos, y esta vez, Bailu en silencio colocó su mano sobre la suya y unió su energía al proceso.
Los resultados se mostraron enseguida.
El sello se activó. Y un brillo profundo envolvió las raíces del Árbol de Ambrosia.
"Está hecho." Dijo Dan Heng visiblemente aliviado.
"Podemos irnos, ¿no?" Preguntó 7 de Marzo, pero al alzar la vista, su expresión cambio. "…Oh."
Una atmósfera inusual llenó el lugar, Dan Heng fruncio el ceño antes de cerrar los ojos.
Cuando los abrió, sus pupilas resplandecieron con una luz tenue.
Todo el lugar estaba rodeado.
Los asesinos ocultos se volvieron visibles ante el.
"Están usando el arte de la ocultación de nuestra raza…" Explicó Dan Heng. "Debemos avanzar con cuidado, sólo serán visibles una vez decidan atacar."
Mientras caminaban se toparon con siluetas azules que se veían vagamente similar a un Vidyadhara.
Uno se acercó arrogancia.
"Entrega el ritual de transmutación, Dan Feng. Deberías saber que los Preceptores están por encima de ti."
Por supuesto que los ignoró sin problemas.
"¡La Abundancia nos ofreció esperanza! ¡Podríamos reproducirnos! ¡Nuestros números ya no disminuiran!"
"... ¿Había discípulos de Sanctus entre los Vidyadhara?" Preguntó 7 de Marzo.
"Independientemente de la raza, no hay ninguna persona que no se sienta tentada por la idea de tener una vida eterna..."
Aleph miró la silueta con una expresión curiosa.
"Dijo que los Vidyadhara no pueden reproducirse…¿Esto significa que Dan Heng es estéril?"
Un silencio incómodo llenó el lugar, Bailu y 7 de Marzo se llevaron una mano a la frente.
"¡Aleph!"
"¡Eso no es algo que se pregunte así!"
Dan Heng se giró lentamente hacia Aleph.
Su rostro permanecía tan carente de expresión como siempre, pero algo en su mirada hizo que a Aleph le subiera un escalofrío por la espalda.
Dan Heng al final sólo le dio un golpe en la cabeza con el dorso de la mano.
"No es el momento para eso."
7 de Marzo soltó una risita nerviosa.
"Aleph… a veces no sé si eres un imbécil o un completo idiota."
Aleph se froto la cabeza, sonriendo con incomodidad Dan Heng tenía la mano pesada.
"Lo siento… es que era una duda legítima."
.....
Finalmente después de un largo rato el grupo alcanzo la salida del desfiladero, nadie supo cuando pero en algún punto Bailu se había subido en la espalda de Dan Heng y lo usaba como montura.
"¿Srta. Bailu? ¿Se encuentra bien? Estuvieron allí por mucho tiempo... " Comentó Huanxi al verlos llegar.
"Hmph." Bailu hincho su pecho desde su posición sobre Dan Heng. "Dan Heng y los otros son muy buenos guardaespaldas."
"Quién lo diría." Murmuró Huanxi con un ceño fruncido. "Esos descarados asesinos... Pensar que se atreverian a atacarlos en un lugar tan sagrado como el Desfiladero de Escamas, definitivamente hay que informar a los ancianos sobre esto, tengan la seguridad de que todos ellos serán castigados como merecen."
"Un momento." Dan Heng miró a Huanxi con ojos afilados. "Ninguno de nosotros mencionó a los asesinos ¿Como supiste de ello?"
Los ojos de la criada se abrieron con sorpresa antes de que rápidamente tratará de componer su expresión.
"E-Eh bueno... Los atacaron antes ¿Verdad? E-Estaba preocupada de que lo volvieran a hacer..."
"Los que nos encontramos antes apuntaban a Dan Heng, pero estos fueron por Bailu ¿Como sabes tal cosa?" Comentó Aleph mientras un bate de hielo comenzaba a formarse en su mano.
"Tsk." Huanxi chasqueo la lengua y fruncio el ceño con disgusto. "Parece que he sido negligente si alguien como tú puede notarme." Comentó mientras miraba a Aleph con una expresión desdeñosa.
7 de Marzo dio un paso al frente y Dan Heng bajo a Bailu de su cuerpo.
"¿Es esta la orden de los ancianos para ti? ¿Deshacerte de la indigna y poco cualificada Gran Maestre?"
Huanxi agitó su mano con indiferencia.
"Ja. No, esto fue completamente una idea de mi parte ¿Como podrían los Preceptores tener tal idea? En mi humilde opinión, los Vidyadhara solo necesitan un Gran Maestre... Siendo así ¿Por que sería necesario dejar vivir a la débil e inútil usurpadora?"
La criada soltó una ligera risa. De entre las sombras surgieron varios grupos de asesinos. Ya que la verdad se había revelado no era necesario que se ocultaran más.
"Nuestra relación como ama y criada terminan aquí Srta. Bailu. Diría que fue placer pero... ¿No sería esa una mentira demasiado descarada en este punto?" La ex criada les dio la espalda y procedió a salir del Desfiladero.
Pero no llegó a dar más de unos cuantos pasos hasta que el sonido de hielo rompiéndose se escuchó.
"... ¿De verdad creías que sólo por enviar unos cuantos más esta vez funcionaria?" Comentó Aleph mientras la miraba con aburrimiento.
Huanxi tragó saliva.
"Supongo que mi intervención al final no fue necesaria."
Una nueva voz se escuchó y al voltear en su dirección vieron a Jing Yuan, quién más que molesto, parecía feliz de que no hiciera falta su intervención.
"Ahh la generación más joven siempre dándole sorpresas a nosotros los viejos ¿No lo crees, viejo amigo?" Comentó mientras se paraba al lado de Dan Heng.
Dan Heng sólo sacudió la cabeza.
La fuerza de Aleph crecía ridículamente rápido, pero no era su lugar juzgar o husmear más de lo necesario en los asuntos de los demás. Ellos habían respetado su secreto, hacer algo menos que eso sería ser desagradecido.
"Hay tres máximas en el Expreso Astral, si algo se rompió probablemente sea culpa de Marzo..."
"¡Oye!"
"Nunca dejes a Stelle sola con algo potencialmente peligroso, o acercarse a contenido con temas relacionados a la revolución... Siempre termina mal." Jing Yuan lo miró preguntándose a donde iba esta conversación y si Dan Heng sólo estaba tratando de distraerlo mientras Aleph ataba a Huanxi de una forma un tanto... "peculiar".
"La tercera es... nunca trates de encontrarle sentido a las acciones de Aleph, saldrás perdiendo."
...
7 de Marzo no sabía como sentirse al respecto, por un lado Huanxi había enviado asesinos tras ellos... Pero humillarla así.
Los ojos de la ex criada permanecían fijos en Aleph como si esperará poder matarlo con la mirada.
"... Aleph ¿Donde aprendiste a atar a la gente de esa manera?" 7 de Marzo se avergonzaba de realmente reconocer el método de bondage que Aleph estaba usando.
¡No era su culpa, pasó cuando aún no sabía usar bien el buscador!
"Eh. Stelle me enseñó, dijo que era una habilidad que definitivamente necesitaría a futuro ¿Por qué?"
"No es nada."
Finalmente Aleph tomó a la Huanxi atada con una mano antes de llevarla ante Jing Yuan. Quién sólo pudo suspirar con desgana al verla.
"Que pena que los Preceptores sean tan ingenuos como para creer que nadie sabe de su plan, ¿Por que no despiertan de una vez? Hacerle daño a la Dama Dragón sólo disminuirá el poco, por no decir nulo prestigio que les queda."
La Vidyadhara se sacudió con molestia, parecía que quería decir algo pero la mordaza en su boca se lo impedía.
"Guarda tus explicaciones, la verdad será revelada cuando los Caballeros Nimbus te lleven ante los Jueces de la Comisión de los Diez Lideres." Una vez Jing Yuan terminó sus palabras, Aleph uso el bate de hielo para golpear a Huanxi en la cabeza dejándola inconsciente.
Bailu suspiro.
"Sabía que esos ancianos no me tenían en muy alta estima... ¿Pero en serio estaban dispuestos a llegar a este punto?"
Jing Yuan sacudió la cabeza.
"Si te sientes incómoda, la Sede de la Premonición Divina puede disponer que te alojes en otro lugar."
Bailu asintió.
"Muchas gracias, General." Dijo, antes de voltearse hacia los demás. "Si no les importa ¿Podrian dejarme hablar a solas con Dan Heng?"
Jing Yuan camino en silencio hacía la salida con Aleph y 7 de Marzo detrás de él.
La expresión en el rostro de Dan Heng se oscureció al escuchar sus murmullos.
"... ¿Dan Heng es un posible lolicon? ¿O va adoptar una hija?" Los ojos de Marzo estaban llenos de preocupación mientras tomaba su teléfono en preparación.
"No te preocupes, en caso de que pase lo peor tenemos al General y también estoy aquí. Parar a Dan Heng no debería ser un problema."
...
Una vez la conversación terminó Dan Heng y Bailu salieron para reunirse con el resto.
"Con el selló completado, mis asuntos en Xianzhou han terminado." Comentó.
"¿Estas seguro?" Preguntó Jing Yuan. "La Orden de Exilio ha sido revocada, y con este desastre, es poco probable que los Preceptores se atrevan a hacer algo. Esta podría ser una buena oportunidad para quedarte."
"¡No!" Gritaron tanto Aleph como 7 de Marzo mientras sostenían a Dan Heng por los hombros.
"Ustedes ya tienen muchos ¡Y aún así quieren robarse a nuestro Dragón!" Comentó Marzo con un puchero.
"Hmph. El descaro que tienen algunos." Dijo Aleph mientras se cruzaba de brazos.
Ignorando las respuestas de ambos los ojos de Jing Yuan permanecieron fijos en la expresión de Dan Heng, parecía exasperado y algo molesto, pero no mostraba rechazo.
"... Ya veo, parece que has tomado tu decisión." Comentó el General mientras veía a Dan Heng con una expresión resignada siendo arrastrado de las manos por Aleph y 7 de Marzo como si fuera un niño problemático al que sus padres temen que escape si lo sueltan.
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Esta es una pequeña curiosidad, algo que pense en agregar al Capítulo 37 pero que al final decidí no poner.
What If: Born Again
Aleph las miró confundido a ambas.
"¿Qué demonios pasó allí?"
Tanto 7 de Marzo como Fu Xuan comenzaron a explicarle de la manera más simple posible lo ocurrido, aunque evitando entrar en detalles demasiado personales para proteger la vida social de Marzo.
Fu Xuan después de pensarlo dijo.
"Parece que esa Mensajera realmente trabaja para El Señor de la Luz."
7 de Marzo frunció el ceño.
"¿Te refieres a Fuli, la Reminiscencia? ¿Crees que este ligado a mi pasado?"
Ni ella ni Fu Xuan notaron cómo la expresión de Aleph se oscurecía.
"Otra vez, ellos." Pensó mientras su expresión se oscurecía.
Por su mente pasaron varios sucesos, desde Zero en Jarillo-VI, el encuentro con Aha en el Universo Simulado, los actos de Sanctus Medicus, las Abominaciones de la Abundancia, Panthylia, la Devastadora.
Ahhhh.
Fu Xuan continuó, ignorante de su reacción:
"Es muy pronto para llegar a conclusiones. Pero si fue un Aeon quien selló tus recuerdos, Podría no haber sido para dañarte sino para protegerte. Fuli podría haberlo hecho para apartarte de algo que no estabas lista para enfrentar. Eso explicaría las advertencias de la Mensajera."
Aleph, ya más tranquilo, soltó un largo suspiro.
"Parece que... seguimos sin saber mucho más que antes." Dijo con un suspiro.
7 de Marzo rió suavemente, encogiéndose de hombros.
"¡Pero ahora sé que tengo algo que ver con el Jardín de los Recuerdos! ¡Eso ya es un avance! ¿no?"
Fu Xuan suspiró, resignada.
"La tarea de devolverte tus recuerdos está más allá de las capacidades operativas de la Matriz de Presagio, me temo."
"No importa." Respondió 7 de Marzo con una sonrisa. "Me has ayudado más de lo que crees. ¡Ahora te debo un gran favor!"
Fu Xuan esbozó una media sonrisa.
"Bueno, deberías prepararte Aleph. Ahora será tu turno, sólo queda esperar que tu situación sea mejor que la de 7 de Marzo."
.....
Una vez estuvieron listos los preparativos.
Aleph colocó los objetos.
Su guantelete, un bate de hielo, un pequeño frasco con su sangre y uno de los guantes sin dedos que Stelle le había regalado.
"Aleph... Tu ¿estas seguro de esto?" Dijo 7 de Marzo.
Aleph soltó un suspiro mientras se pasaba una mano por la nuca.
Sabía que era muy probable que nada bueno saliera de esto pero
¿Que daño hacia intentarlo?
"Hmph ¡Pero por supuesto que estoy seguro!" Mencionó con confianza. "... Eso creo."
7 de Marzo suspiro y lo miró con comprensión.
"A veces los recuerdos no vienen en el orden que uno espera. Pero al final, son tuyos. Y tal vez, al verlos, entiendas algo sobre ti mismo que ni siquiera sabes que está ahí." Comentó Fu Xuan. "La Matriz de Presagio es un proceso delicado. No sabemos con exactitud cómo reaccionará tu mente, Aleph. Pero lo que es seguro es que no será un camino fácil."
"Entonces, ¿esto se va a sentir como una... fantasía?" Preguntó Aleph con curiosidad.
"Quizás en algunos momentos." Respondió Fu Xuan con tranquilidad.
"Si no lo haces ahora, tal vez te arrepientas después." Comentó 7 de Marzo. "Y tal vez no sea tan malo. Si no encuentras lo que buscas, al menos sabrás que hiciste lo que pudiste."
Aleph miró a 7 de Marzo y luego a Fu Xuan.
Finalmente asintió, dudar tanto no le sentaba bien.
"Está bien. Hagámoslo."
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Al principio, la oscuridad envolvió todo a su alrededor, pero en un parpadeo, el vacío se fragmentó, como si su mente estuviera siendo forzada a abrirse a un recuerdo que no le pertenecía.
De repente, el espacio que la rodeaba comenzó a tomar forma, pero no de la forma esperada.
Todo a su alrededor era un vasto vacío negro, salpicado por luces titilantes que flotaban a diferentes distancias, como estrellas lejanas en una noche sin luna. No había suelo bajo sus pies, ni cielo por encima. El aire, si es que se podía llamar así, era denso, cargado de una tensión palpable que pesaba sobre ella. Como si las mismas leyes que regían el espacio estuvieran a punto de colapsar.
Fu Xuan observó su entorno con creciente desconcierto, sabiendo que algo estaba... mal.
La forma en que la simulación se había manifestado no era como cualquier simulación que hubiera controlado antes.
Era todavía peor que peor que lo que ocurrió en la de Marzo.
El espacio comenzó a distorsionarse, y una imagen apareció ante ella un avión. Estaba lleno de gente.
Pero pronto, el verdadera terror comenzó.
La escena se llenó con la visión de cuerpos caídos, algunos de ellos desmembrados o quemados, otros con una palidez que no dejaba duda sobre su destino.
Fu Xuan retrocedió.
No podía entender cómo podía estar viendo esto ¿Y donde estaba Aleph?
A medida que sus ojos recorrían la escena, un extraño brillo apareció en el aire, justo en frente de ella. Esferas blancas flotaban a su alrededor, algunas chocarían entre sí antes de desintegrarse en un destello de luz, otras parecían moverse hacia un destino incierto. Fu Xuan sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando comprendió lo que estas esferas representaban.
Un ruido la hizo volver su atención a otro lado.
Se giró, buscando la fuente del sonido, hasta que vio a joven.
Estaba sentado en uno de los asientos, con la respiración entrecortada, su rostro cubierto por el cabello que ahora caía desordenado sobre su frente. Cuando se levantó de su asiento, Fu Xuan pudo notar que su brazo izquierdo estaba claramente herido, la manga de su camiseta blanca empapada en sangre.
Fu Xuan se acercó, observando al joven.
"¿Avesta?" Pregunto tentativamente pero él no respondió.
Fu Xuan lo observó durante un largo momento, sin saber cómo intervenir.
Algo en su presencia le resultaba extraño, casi como si estuviera más alejado de la realidad de lo que ella esperaba.
La apariencia del chico había cambiado, aunque de manera sutil.
Su cabello caía de manera desordenada, cubriendo parcialmente su rostro, sus ojos ya no eran del dorado brillante que ella recordaba. Ahora eran de un tono ámbar oscuro, más cercanos a un naranja quemado.
¿Era este joven realmente Aleph Avesta?
¿Estaba teniendo la Matriz del Presagio un error tan grande que causó tantas inconsistencias?
Fu Xuan dio un paso más hacia él, y en ese momento, las paredes del avión comenzaron a temblar, el sonido de un rugido lejano resonó en la distancia. Era una vibración que hacía que el aire se tornara pesado, cargado de algo mucho más siniestro.
Aleph miró hacia arriba, y su rostro se arrugó en una expresión de pavor.
"Es él…" Murmuró, casi sin aliento.
Fu Xuan giró la cabeza y, en la penumbra que había comenzado a tragarse el avión, vio una sombra. Una figura que se movía de de un lado a otro recogiendo las esferas blancas como si fueran verduras en un mercado.
Era una figura delgada, casi espectral, con una sonrisa macabra que iluminaba su rostro. Su cuerpo parecía estar compuesto de sombras que se estiraban y se retorcían, y sus brazos se alargaban hasta alcanzar a las personas caídas y a las almas atrapadas, tomando lo que quedaba de ellas.
Una risa escapó de la boca del ser.
La imagen se distorsionó aún más cuando Fu Xuan sintió una presencia mucho más ominosa acercándose.
La lengua gigantesca, de un verde enfermizo, apareció en el horizonte, reptando sobre el caos.
"¡Avesta, tenemos que salir de aquí!" Gritó Fu Xuan, pero en el mismo momento, un estruendo ensordecedor sacudió la simulación, como si todo estuviera a punto de romperse.
Fu Xuan no tenía idea de qué tan profunda era la distorsión, o si todo esto era parte del recuerdo mismo. La duda comenzó a invadir su mente.
El rugido de la criatura resonó una vez más.
...
El entorno comenzó a romperse.
El avión ya no estaba completo. Primero desaparecieron los asientos, luego las paredes. Solo quedaba un remolino de oscuridad y sonidos lejanos.
Fu Xuan intentó enfocarse, pero la escena se deshacía más rápido de lo que su mente podía procesar. Todo lo que sabía, todo lo que entendía, se volvía inútil.
No sabía si esto era un recuerdo real, o una simulación que se había desbordado más allá de lo que la Matriz de Presagio debía mostrar.
Se llevó una mano al pecho. Estaba sudando. Su ropa se estaba pegando a su espalda.
Le costaba respirar.
Un rugido la paralizó.
Su cuerpo reaccionó antes que su mente. Se acurrucó contra Aleph, que temblaba levemente pero se mantenía en pie. No le importaba cómo.
Solo necesitaba sostenerse.
La presión era demasiado fuerte.
Fu Xuan alzó la mirada y lo vio.
La figura flotante que apareció más allá del remolino no se movía, pero su presencia era clara.
Estaba observando. Calculando. Comparando.
Un momento después, todo se cortó.
La imagen se apagó como una transmisión fallida y fue reemplazada por otra.
Fu Xuan se tapó la boca ante limagen.
Estaba viendo al bufón una vez más.
Cargaba a Aleph inconsciente, y junto a él, a otro joven.
Aha reía mientras los llevaba. Su risa llenaba el espacio. No había nada más. Solo esa carcajada.
Y entonces las sombras cayeron sobre los dos cuerpos.
El segundo joven gritó. Duró sólo unos segundos.
Luego no hubo más gritos.
Cuando las sombras se retiraron, solo quedó uno.
Era el Aleph Avesta con el que estaba familiarizada.
...
Fu Xuan cortó la simulación de inmediato.
Volvieron.
La sala estaba en silencio.
Aleph respiraba con dificultad.
Tenía las manos apoyadas en sus rodillas, los ojos abiertos pero algo desenfocados.
No dijo nada.
Fu Xuan tampoco dijo nada.
Ya no sentía tanta curiosidad por su pasado.
Y de pronto, muchas cosas ganaron sentido. No solo su actitud.
También su falta de miedo. Su manera de moverse como si la muerte fuera una idea lejana.
No era que fuera valiente o fuerte. Sino porque, comparado con lo que había visto, lo que enfrentaba en el presente era... casi trivial.
Fu Xuan se cruzó de brazos, con una expresión más suave.
"Ya terminamos." Dijo sin mirarlo directamente. "Puedes irte, si quieres."
Aleph solo asintió, se levantó y se fue en silencio.
La puerta se cerró tras él.
Unos minutos después, Marzo entró con paso apurado, mirando a todos lados como si esperara que algo hubiera salido mal.
"¡¿Dónde está Aleph?! ¿Está bien? Fui a comprar unos bocadillos en lo que estaban ocupados."
Fu Xuan le señaló perezosamente la puerta.
"Está afuera." dijo. "Hazlo reír un poco, si puedes."
"¿Eh? ¿Por qué?"
"Sólo hazlo."